A la velocidad del rayo y sin hacer una lectura profunda de una correlación de fuerzas que difícilmente permita su sanción, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios salió a rechazar ayer una propuesta que Axel Kicillof lanzó hace menos de 24 horas.
Se trata de la Ley de Góndolas bonaerense, orientada a “fomentar la competencia en góndolas bonaerenses, que tendrá como objetivo la promoción y fortalecimiento de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (pymes) de la provincia de Buenos Aires”, como explicó ayer INFOCIELO.
La movida del Gobernador busca reinstaurar, al menos en el territorio provincial -que significa el 40 por ciento de la población nacional- la ley que Javier Milei derogó -al menos hasta el momento- mediante el DNU 70.
¿Sale o no sale la Ley de Góndolas?
La CAC, que controla entre otros el poderoso empresario Eduardo Eurnekian, emitió un comunicado esta tarde en el que anticipó que la norma “amparada en objetivos loables, acabará por perjudicar a empresas y consumidores”.
La entidad siempre hizo respetar su peso específico dentro del ecosistema político, pero juega fuerte desde la llegada de Javier Milei a la presidencia. Por eso llama la atención que se haya detenido en el proyecto de Axel Kicillof, de difícil sanción en el marco de una correlación de fuerzas que en la Legislatura no le es favorable.
El gobernador bonaerense puja desde hace meses para imponer una acotada agenda legislativa que choca contra el rechazo de opositor y que tiene enfoque sanitario, como la Ley de Medicamentos y la Empresa estatal de Emergencias, que por ahora no alcanza consensos mínimos.
Ley de Góndolas: el rechazo de la CAC
La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) expresó el “rechazo” al proyecto que debatirá el Senado, al amparo de que, asegura, “perturbará la operatoria de numerosas empresas e incrementará sus costos, con el consiguiente perjuicio para el consumidor final”.
La organización reivindicó su paladar “liberal”, y señaló que “la herramienta propuesta es no solo incorrecta sino incluso contraproducente: la excesiva injerencia en las relaciones comerciales más temprano que tarde deriva en escasez de productos y/o suba de precios, perjudicando a empresas y consumidores”.
Con un enfoque apenas jurídico, planteó que “el proyecto vulnera la libertad de comercio consagrada en la Constitución Nacional” y consideró que “abusivo” que “mediante una ley se impongan condiciones de comercialización para solamente algunos de los actores que participan en las relaciones de consumo masivo”.
Además, amenazó con despidos, toda vez que, analizó, “sin un sector privado pujante no es posible crear empleo genuino ni generar la riqueza necesaria para superar los escandalosos niveles de postergación y pobreza que nuestro país registra”.
La CAC es presidida por un consejo directivo que tiene a la cabeza a Natalio Grinman, que actualmente no es empresario sino más bien “gremialista empresario”; lo secundan Eduardo Eurnekián, emblema de la Corporación América; junto a empresarios como Guillermo Dietrich, Alberto Grimoldi, Martín Cabrales, Federico Braun, María Luisa Macchiavello, Rodrigo Pérez Graziano y más.