Luego de días agitados en los que los discursos polarizados y las tensiones ideológicas han ocupado el centro de la escena política, INFOCIELO dialogó con Jerónimo Pinedo, sociólogo y Doctor en Ciencias Sociales, para analizar cómo estas dinámicas están transformando tanto la política local como global. Pinedo, quien dicta clases en la cátedra de Análisis de la Sociedad Argentina en la Universidad Nacional de La Plata, compartió su mirada sobre temas como el wokismo, el vínculo de Javier Milei con Elon Musk y los desafíos del debate público en Argentina.
“El anti-wokismo como bandera de la derecha radical”
En palabras de Pinedo, el término “woke” se utiliza desde la derecha radical norteamericana, especialmente por intelectuales vinculados a Silicon Valley, para referirse peyorativamente a ideas progresistas como el feminismo, las identidades trans y la igualdad racial. “Es un término tomado de la jerga política de la derecha radical norteamericana; no sé si es un concepto. Milei quiere asociarse a esa derecha, que hoy tiene a Trump como bandera, entonces también se apropia de ese discurso“, explicó el sociólogo.
Para Pinedo, esta categoría busca englobar a todos los actores que promueven una causa igualitaria. “Lo que caracteriza a la derecha radical en todo el mundo es su anti-igualitarismo. Después tienen diferentes perspectivas e ideas, pero lo que reúne tanto a la derecha radical europea, en América Latina y en Estados Unidos, es un profundo y militante anti-igualitarismo“, afirmó.
“Libertad económica sobre democracia”
Consultado sobre la aparente contradicción entre el discurso de libertad individual y las posturas anti-woke, Pinedo señaló que no es contradictorio para estas corrientes, ya que “abogan por la libertad económica, no por la democracia”. Según el académico, algunos pensadores con los que se asocia Milei, como Curtis Yarvin y Peter Thiel, promueven modelos autoritarios, como una “dictadura ilustrada” liderada por personas con alto coeficiente intelectual.
“Ellos distinguen muy claramente lo que es la libertad económica de las libertades y derechos políticos. Creen que la mejor forma de gobierno sería como la de una gran tecnología manejada por un CEO, un gobierno jerárquico donde una persona manda y el resto obedece”, destacó.
Asimismo, añadió: “Ellos preferirían que las personas de bajo coeficiente intelectual no participen del gobierno, ni de la política, ni elijan autoridades”.
La defensa de Milei hacia Musk y el impacto global
El sociólogo también reflexionó sobre la relación de Milei con Elon Musk, a quien describió como un “militante anti-wokista” que controla empresas clave en el capitalismo global, como Tesla y X (anteriormente Twitter). “Musk se alió con Trump y ha sido acusado de hacer gestos asociados al nazismo. El dijo que fue un saludo romano, aunque está comprobado que los romanos no saludaban así y es solo un mito. Aunque no creo que el término nazi sea el más adecuado, sí estamos viendo pensamientos autoritarios y anti-igualitarios”, sostuvo Pinedo.
“No importa si fue nazi o no fue nazi, en Estados Unidos fue muy criticado porque reflejar ese gesto en cierta manera reflejaría posiciones que pueden ser consideradas autoritarias ¿Nazis? Bueno, nazis podrían ser si desembocaran en una ideología racista. El tema contra las inmigraciones está un poco al borde”, agregó.
Además, remarcó cómo el lenguaje agresivo se ha naturalizado en el ámbito político: “Milei utiliza términos como ‘zurdos de mierda’ porque impuso un lenguaje que sectores antes republicanos ahora no critican, aunque es mucho más agresivo que el de hace 10 o 20 años”.
Un espacio público deteriorado
Finalmente, Pinedo analizó el impacto de la polarización en el debate público argentino. “El espacio y debate público está deteriorado, no se trata de debates sino de ataques. Es muy difícil que haya un debate serio en un campo donde los actores dominantes no quieren debatir, solo atacar”, afirmó.
El sociólogo también cuestionó la postura de Milei al gobernar para un solo sector de la sociedad: “Siempre se esperó que un Presidente, una vez que asume, tuviera un discurso que intentara abordar a toda la población, reconociendo la diversidad ideológica. No es el caso de Milei, que no reconoce esa diversidad y gobierna para un sector”.