La justicia de Morón dispuso el traslado al penal de Sierra Chica de un hombre que en el 2011 dejó ciega a golpes a su expareja en La Plata y ahora cumple pena por otro hecho de violencia contra su nueva pareja, y de este modo se dio cumplimiento a la restricción perimetral de 100 kilómetros que se fijó para proteger a la mujer invidente ya que el hombre recuperará la libertad en febrero próximo y había sido alojado en un penal platense.
Se trata de Carlos Goncharuk quien cumplió una condena de 8 años de prisión por golpear hasta dejar ciega a su exmujer Susana Gómez, en un hecho ocurrido en La Plata en 2011 y, una vez cumplida la pena, se le había impuesto una restricción perimetral de 100 kilómetros con respecto a la mujer y sus hijos, algo inédito en la justicia argentina.
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En noviembre de 2020, Goncharuk atacó con un cuchillo a su pareja de entonces, por lo que fue detenido y condenado, y debe recuperar su libertad en febrero de 2023.
El juzgado de Ejecución Penal número 2 de Morón ordenó semanas atrás que el hombre fuera trasladado a la Unidad 9 de La Plata, lo que de inmediato generó alarma en su exmujer, Susana Gómez.
Darío Witt, presidente de la ONG Casa María Pueblo, que asistió a Susana al quedar ciega y que la patrocina nuevamente, pidió de inmediato que se cumpla el perímetro que pesaba sobre el hombre y no se lo traslade a la ciudad de La Plata, donde vive su defendida.
El juez de Familia platense Hugo Rondina ordenó se comunique al juzgado de Morón que evalúe el cambio del nombrado de unidad penitenciaria, a fin de evitar la vulneración que pudiera ocasionar el traslado a la Unidad 9″, lo que finalmente sucedió tras una audiencia entre la jueza de Ejecución Penal de Morón, autoridades del Ministerio de la Mujer, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense y Darío Witt y Karina Fiorito de Casa María Pueblo en representación de Susana Gómez.
La magistrada ordenó se traslade a Goncharuk al penal número 2 de Sierra Chica, retirándolo de la Unidad 9 de La Plata en cumplimiento a los más de 100 km de restricción perimetral de acercamiento a Susana Gómez y su familia.
También dispuso que los cursos, programas, tratamientos y demás servicios orientados a intentar tratar y revertir la violencia que se le impusieron a Goncharuk sean “de carácter obligatorio”, y que en caso de negarse el hombre a realizarlos sea pasible de ser denunciado por el delito de Desobediencia Agravada por ser en contexto de Violencia de Género.
“Esto es una novedad jurídica positiva para las víctimas pero también para los agresores aunque algunos no lo entiendan así, por ahora”, expresó Witt.
Consideró que “tienen que trabajar de manera aceitada los programas y recursos que tiene para ofrecer el Estado, llámese Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad, Ministerio de Justicia y el Sistema Penitenciario que depende de los Ministerios pero a su vez también está a la orden de la Justicia Penal”.
“En este caso va a ser una gran interacción del fuero de familia con el el fuero penal, con los ministerios del Poder Ejecutivo y con nuestra Organización No Gubernamental ya que Casa María Pueblo es quien viene impulsando todo. Este sistema de abordaje socio-comunitario es el que mejor resultados a dado en el mundo para abordar esta compleja problemática”, afirmó.
En el 2011 Goncharuk atacó a golpes a su ex mujer, quien lo había denunciado en trece oportunidades por la violencia que padecía.
La mujer sufrió el desprendimiento de ambas retinas, por lo que el hombre fue condenado a 8 años de prisión y a realizar un curso sobre violencia de género, el cual nunca efectuó y aún así recuperó su libertad en 2019.
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