Una tensa situación le tocó vivir al móvil de la señal de noticias TN del Grupo Clarín, comandado por la periodista Carolina Amoroso, cuando en medio de las coberturas que le estaban brindando a los retenes que realizan los seguidores de Jair Bolsonaro, en protesta por el resultado de las elecciones del último domingo, fue repudiada por los manifestantes, a pesar de que no estaba haciendo una crónica parcial a favor del presidente electo Luiz inácio Lula da Silva.
Con instantes en los que se llegó a temer por la integridad física de la periodista y el equipo técnico del canal argentino, desde estudios en Buenos Aires le pedían a Amoroso que se aleje de la situación para evitar cualquier ulterioridad violenta hacia cronistas, camarógrafos y técnicos.
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A pesar del buen portugués que habla Carolina Amoroso, los bolsonaristas no aceptaban ninguna explicación y tapaban con sus manos o con los celulares a la cámara de la señal del Grupo Clarín.
“Argentina no” y “Fuera, fuera“, eran las consignas que alcanzaban a interpretarse, mientras la turba gritaba cuando la cronista intentaba salir al aire desde la protesta en San Pablo.
La enviada especial de la señal y sus compañeros de equipo fueron echados de la manifestación de fanáticos de Jair Bolsonaro ubicados frente a una base militar en San Pablo, a donde piden a los militares que intervengan para evitar la asuncion de Lula dentro de un par de meses.
Tras varios días cubriendo la manifestaciones de los partidarios de Jair Bolsonaro en los piquetes en Brasil, la señal de noticias TN, del Grupo Clarín, descubrió la violencia y la intolerancia de esas protestas
“Aquí no. Aquí no“, comenzaron a vociferar los manifestantes al tiempo que la periodista decía: “Nos están pidiendo que nos movamos. Nos tapan la cámara“, y desde estudios le pedían: “Bueno, correte, Caro. No vamos a entrar en una situación de violencia”.
“CIERTA INTOLERANCIA”
Llamativamente la cronista después tapándose un oído dijo: “Hay cierta hostilidad de algunos sectores”, cuando la agresión, en verdad, no era menor y no provenía de un sector en particular, porque el único sector que estaba allí presente era el de los seguidores de Jair Bolsonaro.
“Medios vendidos“, gritaban en portugués, cuando Amoroso explicaba que hasta ayer había podido realizar la crónica de las protestas sin ningún tipo de hostigamiento.
“No vamos a avalar violencia, no vamos a avalar ningún tipo de situación desagradable“, aportaban desde Buenos Aires los periodistas.
Y allí recién llegó desde el piso de TN la primera crítica hacia los piqueteros bolsonaristas, cuando Dominique Metger agregó: “Que gente intolerante“, al tiempo que una vuvuzela sonaba en el oído de la cronista.
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