La crisis sanitaria dejó secuelas psicológicas en la población. Aumentaron los casos de ansiedad, depresión y angustia. Infocielo habló con la psicóloga Florencia Coronel MP:71520, quien explicó cómo la pandemia sigue afectando a sus pacientes y colegas. Mirá también en Infocielo, hoy.
Este 20 de marzo se cumplen cinco años desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia por el COVID-19. En Argentina, el aislamiento obligatorio marcó un antes y un después en la vida de millones de personas. Si bien la emergencia sanitaria quedó atrás, sus efectos aún persisten, sobre todo en la salud mental.
Durante la cuarentena, el miedo, la incertidumbre y el aislamiento social fueron moneda corriente. Hoy, cinco años después, las consecuencias emocionales siguen latentes. Según la psicóloga Florencia Coronel, quien dialogó con Infocielo, el impacto psicológico de la pandemia sigue reflejándose en consultas por ansiedad, depresión y angustia.
Un antes y un después en la salud mental
La pandemia generó cambios profundos en la forma en que las personas se relacionan y afrontan la vida cotidiana. Según Coronel, muchas patologías se profundizaron en este contexto, y el aislamiento obligatorio fue un factor clave en el deterioro emocional de la población.
“La gente es muy sensible al aislamiento social. Muchas patologías como la depresión se profundizaron en pandemia. En algunos casos, los pacientes se quedaron sin herramientas para salir de esa situación”
explica la profesional
Además, destaca que el temor al contagio generó cambios en los hábitos de higiene y en la percepción del peligro. “Sanitizar las cosas, el miedo al contacto con el otro… En un momento, significó peligro. Ese impacto sigue vigente en muchos casos”, asegura.
Ansiedad y depresión en aumento
El incremento de consultas psicológicas fue una de las secuelas más evidentes del confinamiento. Coronel advierte que desde la pandemia hay una mayor demanda en salud mental, lo que ha saturado la atención profesional. “Tengo varias colegas que no tienen disponibilidad desde la pandemia hasta hoy. Hubo un aumento considerable de casos de ansiedad, angustia y depresión”, señala.
Según la psicóloga, muchas personas aún lidian con la dificultad de adaptarse a la nueva normalidad. “La pandemia nos obligó a un cambio brusco. Si no tenés herramientas para adaptarte, se vuelve muy complicado”, reflexiona.
La crisis económica y el impacto emocional
A las secuelas psicológicas se suma la crisis económica que la pandemia profundizó. El cierre de negocios, la pérdida de empleos y la inestabilidad financiera agravaron el malestar emocional de la población.
“Muchas personas se quedaron sin trabajo, lo que generó estrés e incertidumbre. Tuvieron que postergar objetivos y metas, lo que también impactó en su bienestar emocional”
explica Coronel
Asimismo, destaca que el aislamiento forzado alteró las dinámicas familiares y de pareja. “Mucha gente convivió 24/7 dentro de su casa. Eso generó tensiones, separaciones y divorcios”, detalla.
¿Qué aprendimos cinco años después?
A pesar del impacto negativo, la pandemia también dejó aprendizajes. La importancia de la salud mental tomó mayor relevancia y la necesidad de acceso a terapias psicológicas se hizo más evidente.
“Hoy, más personas buscan ayuda profesional y hay más conciencia sobre la salud mental. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer para garantizar un acceso adecuado a la atención psicológica”, concluye Coronel.
Cinco años después, Argentina sigue lidiando con las secuelas emocionales del COVID-19. La pandemia cambió la vida de todos y dejó una marca imborrable en la salud mental de la sociedad.
Profesional de la salud: Coronel María Florencia, MP:71520. Brinda atención clínica a todas partes del mundo, virtual y presencial (solo fcio varela) en coordinación general de SAIE y dando clases en plataforma virtual.