Tras haber anunciado una baja de retenciones en La Rural, el Gobierno Nacional de Javier Milei dio paso a un nuevo conflicto con el sector agropecuario. Esta vez, el problema surgió porque el ingeniero agrónomo Pablo Cortese presentó su renuncia a la presidencia del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). Se trata de un organismo clave para, por ejemplo, la exportación de carne o la vacunación de aftosa.
La dimisión de Cortese, quien había llegado al cargo de diciembre de 2023, es la número 156 en lo que va de la administración libertaria. En este caso las razones, según fuentes extraoficiales, estarían vinculadas a una disputa con los laboratorios que fabrican la vacuna contra la fiebre aftosa, por la desregulación y la apertura comercial que puso en marcha esta gestión. Lo cierto es que no hubo explicaciones oficiales y que hoy en el Boletín Oficial se hizo efectivo su reemplazo.
La nueva presidenta del SENASA es María Giraudo, una productora agropecuaria de renombre en el sector. La ingeniera ya estaba colaborando con el Gobierno Nacional como consejera técnica del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), otro de los organismos vinculados al campo que viene sufriendo los embates del Plan Motosierra.
Sin embargo, la experiencia en función pública de Giraudo se remonta al 2016 cuando, durante la presidencia de Mauricio Macri, fue “coordinadora técnica normativa” del por entonces Ministerio de Agroindustria de la Nación que comandaba Ricardo Buryaile. En ese momento, tenía rango de subsecretaria. Sin embargo, su salto a la fama se dio en 2014 cuando se convirtió en la primera presidenta de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid).