No todo el campo festeja las decisiones del gobierno. Y mucho menos la manera en que se construyen. José Luis Volando, vicepresidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), dio cuenta de un episodio llamativo ocurrido en una reunión reciente entre la mesa de enlace y el presidente Javier Milei.
El encuentro fue convocado para repasar la situación del agro y evaluar posibles medidas. Al principio, se abordaron los puntos en común que FAA comparte con otras entidades del campo, como la Sociedad Rural: retenciones, infraestructura, competitividad. Pero cuando llegó el turno de hablar de los problemas específicos de los pequeños productores, la respuesta del presidente fue tajante.
“Cuando nos señalaron a nosotros para que planteáramos nuestros temas, hablamos de las economías regionales”, relató Volando en diálogo con Palabras más, palabras menos, por FM CIELO. “Y Milei nos dijo: ‘Yo arreglo la macro, ustedes con eso arréglense por su cuenta’.”
La frase, más allá de su frialdad, expone una mirada que desconoce o desestima la situación crítica de los sectores más frágiles del agro argentino. Volando, que representa a miles de pequeños productores, fue sincero: “Uno tiene cierta educación… y no puede reaccionar como quisiera. Me tuve que tragar ese sapo”.
Una mirada que no cambia
Volando aclaró que no se trata solo de este gobierno. “La política en general no mira a las economías regionales. Sí en los discursos, en los carteles. Pero en las decisiones concretas, no.” Y agregó que esa indiferencia está haciendo estragos: el dólar pisado para contener la inflación, combinado con la apertura importadora, deja a muchos productores laburando a pérdida.
“El gobierno importa productos para mantener precios bajos, pero no se da cuenta —o sí se da cuenta, pero no lo prioriza— del daño que eso genera en los pueblos del interior”, denunció. “Es más barato traer carne de Brasil o leche fluida de Uruguay que producirla acá. Y mientras tanto, nosotros no podemos subsistir”, remató.