La subsecretaria de Turismo, Yanina Martínez, fue removida de su cargo por decisión del secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, tras conocerse que la funcionaria había iniciado vacaciones en Londres. Martínez, quien se desempeñaba en el cargo desde la gestión de Alberto Fernández, había solicitado licencia recientemente, sin notificar formalmente a sus superiores.
El episodio generó controversia en el oficialismo, ya que el presidente Javier Milei había instado a los integrantes de su gabinete a optar por vacaciones austeras y, preferentemente, dentro del país. Sin embargo, la renuncia de Martínez, abogada y oriunda de Catamarca, reveló fisuras en la adhesión al pedido presidencial, al igual que otras decisiones similares tomadas por funcionarios de alto rango.
Turismo austero para algunos, aunque para otros…
Entre los casos más resonantes se encuentra el de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien planea viajar a Disney junto a sus nietos, y el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien eligió Miami como destino. Ambos justificaron sus elecciones en la dinámica familiar y personal previa a sus cargos actuales. “El Presidente no nos impidió viajar al exterior ni recomendó un destino específico. Nos pidió lógica, austeridad y razonabilidad”, declaró Adorni al ser consultado por la prensa.
La decisión de Scioli de apartar a Martínez no estuvo exenta de críticas. Desde algunos sectores del peronismo señalaron que la ex funcionaria, conocida por su alineación con el Frente de Todos durante la gestión anterior, ya estaría gestionando su ingreso a organismos internacionales como ONU Mujeres. Estas especulaciones refuerzan la percepción de que su salida habría sido un desenlace inevitable ante las diferencias políticas internas.
Este episodio no solo ha puesto en cuestión la unidad del gabinete sino también la capacidad de algunos funcionarios de alinearse con las directrices planteadas por el presidente. Mientras tanto, Milei permanecerá en Buenos Aires durante el verano, supervisando las gestiones de su gobierno.
La remoción de Martínez refleja las dificultades del oficialismo para establecer una coherencia en sus mensajes y acciones, en un contexto donde la austeridad no parece ser la norma entre sus principales figuras.