A pocas horas del cierre de listas, en la CGT crece la inquietud por la falta de avances concretos en compromisos asumidos por Axel Kicillof la semana pasada, durante una reunión con Héctor Daer, Hugo Moyano y Armando Cavalieri.
El encuentro, que tuvo lugar el viernes pasado en La Plata, concluyó con un acuerdo para que el movimiento obrero tenga una participación “amplia y activa” en la construcción de Fuerza Patria. La promesa incluía representación sindical en todas las secciones electorales, siempre a cuenta del Movimiento de Futuro (MdF).
Ese fue el planteo que los referentes gremiales llevaron hasta calle 6 y que el gobernador aceptó. Kicillof encargó instrumentar lo acordado al ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, de origen sindical, ex titular del gremio de Obreros Curtidores.
Pero a casi una semana del apretón de manos, no hubo señales concretas y en el sindicalismo empieza a crecer el malestar. La percepción es que las internas entre las tres patas de Fuerza Patria —el MdF, el kirchnerismo duro y el Frente Renovador— traban cualquier avance.
Como ya informó INFOCIELO, el cierre de listas del peronismo se anticipa especialmente enredado. Las tensiones seccionales se multiplican y los lugares “entrables” en las listas cotizan cada vez más alto. En ese contexto, el sindicalismo empieza a perder la paciencia.
“Otra vez el peronismo pelea cargos y no representación”, señaló una fuente gremial. “Después nos piden que acompañemos, militemos, fiscalicemos y hagamos paro contra Milei, pero cuando se reparten los premios te dejan afuera”, agregó.
A la disputa por los espacios se suma la desconfianza por el peso específico que pueda ganar el eje ATE-CTA, de buena relación con Kicillof y con un gesto fuerte: el ofrecimiento del sello de Unidad Popular para el frente oficialista. Desde la CGT miran esos movimientos con atención.