Luis Lugones, presidente del PJ platense y hermano de Jorge, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, fue una de las víctimas del espionaje macrista. Hoy, por primera vez, tomó contacto con la causa que tramita en el juzgado federal de Federico Villena, mediante una videoconferencia y frente al propio magistrado.
Allí conoció la “ficha” que los servicios de espionaje elaboraron con su perfil y escuchó conversaciones entre Alan Ruiz y Leandro Araque, los dos espías que seguían sus pasos y que reportaban, según se desprende del contenido de los audios, al ex subsecretario de Asuntos Municipales, Alex Campbell, funcionario cercano a María Eugenia Vidal.
TE PUEDE INTERESAR
Campbell no es el único funcionario vidalista al que se Justicia vincula a una red de espionaje. Está el caso de Guillermo Berra, titular de Asuntos Internos durante los cuatro años del gobierno de Cambiemos, a quien se atribuye haber realizado tareas sobre políticos, policías y jueces. Por ahora no hay vínculo entre esa denuncia, que tramita en los tribunales platenses, y la que avanza en la Justicia Federal de Lomas.
“Me mostraron una ficha con una foto dentro del partido, todos mis datos particulares, mis relaciones, algunas cuestiones como fotos contextualizadas”, relató a INFOCIELO Lugones. La información, precisó, iba acompañada de informes comerciales, bancarios y hasta de migraciones, todos situados entre 2017 y mediados de 2018.
¿Qué buscaban los espías? Lugones no lo sabe, pero sitúa sin dudar un contexto político: los primeros pasos hacia la conformación del “Frente patriótico” que luego mutó en “Frente de Todos” y redundó en la victoria electoral de Alberto Fernández y Cristina Kirchner en 2019. Lugones estuvo entre los que colocaron los primeros ladrillos de esa construcción.
“Yo escuche 13 o 14 audios, todos alrededor desde 2017 a 2018, los ultimos son de septiembre de 2018. Lo que refieren es lo que hablaban los espias sobre nosotros, el trabajo que venian haciendo, que lo colectaban en otras carpetas o en otro sistema”, contó Lugones. En las conversaciones, sostuvo, no hay información, sino más bien pedidos, indicaciones, justificaciones.
“Hablaban como en una relacion laboral”, sintetizó Lugones. Una relación en la que Alex Campbell era el jefe. En uno de esos audios, siempre según él, “Alan Ruiz le dice a Areque algo así como que Campbell lo está presionando por una informacion”. Lo reconstruyó de la siguiente manera:
“-Mañana tengo una reunion con Alex, le tengo que llevar algo, dejate de joder -demanda Ruiz.
-Con lo que te di podian armar algo -se defiende Areque”.
Sobre el material colectado no hay referencias en las grabaciones. “El material iba por otro lado, hay que ver después la prueba documental. El juez refiere a eso. Tambien dice que ha constatado la relacion con la AFI: eran orgánicos, no eran una patrulla suelta”, subrayó Lugones, preocupado.
Para el veterano militante justicialista, dos veces diputado provincial e interventor del Ministerio de Seguridad hace dos décadas, las decisiones “se tomaban organizadamente desde las máximas conducciones politicas del gobierno, tanto a nivel nacional como provincial”. “En la Nación terminaban en la oficina de esta señora que trabajaba con Maurcio Macri (por Susana Martinego); en la Provincia está esta información”, agregó.
Lugones se permitió atar algunos cabos que la investigación judicial deberá probar o descartar, y que tienen que ver con el rol de María Eugenia Vidal en la red de espionaje. Vidal se presentó como querellante porque figura entre los objetivos de tareas de inteligencia, pero un funcionario cercano apareció del otro lado del mostrador.
“Es un método que han utilizado historicamente, lo de infiltrarse”, razonó, tras lo cual señaló otro motivo de preocupación: “Por lo que veo en los medios, se ha contagiado de Coronavirus de Alex Campbell, ¿no?”, se preguntó, y dejó la respuesta en suspenso.
TE PUEDE INTERESAR