Horas de punzante angustia se viven entre los familiares de la tripulación del pesquero Rigel, el cual despareció la semana pasada en la zona de Chubut luego de haberse comunicado por última vez, en la cual advirtieron un fuerte temporal.
Tal como sucedió con los familiares del ARA San Juan, los allegados a la tripulación desparecida exigen desesperadamente que “los sigan buscando”.
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Atentos a cada parte de Prefectura naval, admiten que las “condiciones en que salen los barcos no son las indicadas para salir”.
“Tenemos angustia, ansiedad, todo junto. Estamos esperando una noticia desde el primer día y vemos que cada parte es igual: dicen que están buscando y nada más”, le dijo a La Capital, Soledad Sequeira, la esposa de Nahuel Navarrete.
Además, resaltaron un pedido ya conocido en el mundo de la actividad pesquera, volviendo a denunciar que las “condiciones en que salen los barcos no son las indicadas”.
“El barco estaba en mal estado, sobre todo el tema de las máquinas, la electricidad. Dos por tres se nos apagaba el generador y quedábamos a oscuras. Se nos apagó el motor dos veces y quedamos al garete, entonces bajaba el maquinista y trataba de encenderlo rápido”, le había confesado al mismo diario, Félix Segovio, un tripulante que salvó su vida luego de haberse bajado del último viaje del Rigel por ir a visitar a su hijo.
En la zona donde se habría hundido el pesquero, fue hallado el cuerpo de su capitán, Salvador Taliercio, y se encontraron manchas de aceite y restos del barco. De hecho, las hipótesis que manejan los expertos es que su motor se haya apagado y el barco se hundiera, tras darse vuelta.
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