La base militar de El Palomar convertida en un endeble aeropuerto comercial da muestras de peligrosidad cuando el mal clima acompaña a la región. La aerolínea Flybondi se ve obligada a desviar sus vuelos a Aeroparque y Ezeiza cada vez que llueve debido a la precaria estructura sobre la que funciona.
Días atrás, en tan solo 48 horas la low cost tuvo que desviar dos vuelos hacia Ezeiza y Aeroparque, aunque el destino original de ambos era El Palomar. Esto fue a que comenzó a llover y la pista del oeste del conurbano no es apta ni segura para operar en esas condiciones meteorológicas.
TE PUEDE INTERESAR
El sábado 5, el vuelo FO5041 procedente de Bariloche rumbo a El Palomar, realizó dos intentos de aterrizaje y en ambos casos debió abortarlos cuando estaba a metros de la pista en la fase final de aproximación. El segundo intento fallido fue el más violento y no pasó inadvertido para los vecinos de Hurlingham que transitaban en cercanías mientras pasaba el avión a bajísima altura y en segundos debió retomar el ascenso en forma muy exigida y forzada.
Tras este segundo intento se redirigió hacia Tigre y se encamino al Aeropuerto Metropolitano Jorge Newbery donde finalmente si pudo aterrizar, debido a que esa pista como las del Aeropuerto Internacional de Ezeiza poseen la tecnología e infraestructura para operar en condiciones de lluvia.
Lo llamativo de este incidente es que según los testigos del hecho en ese momento en la zona caían una garúa muy débil del tipo llovizna, lo cual siembra aún más incertidumbre a lo sucedido.
La misma situación se vivió el miéroles 2 en el vuelo F05221 de Tucumán a El Palomar, que tuvo que aterrizar en Ezeiza porque se largó a llover y la pista no es apta para esas condiciones meteorológicas. El avión dio varias vueltas en círculos a la altura de Mercedes, esperando que deje de llover pero finalmente siguió rumbo a Buenos Aires.
Cabe recordar, que el domingo 29 de abril por la mañana la firma canceló el despegue del vuelo FO5240 hacia Bariloche debido a los problemas causado por el clima. De manera que las limitaciones que la lluvia le impone a El Palomar afectan tanto los despegues como los aterrizajes.
Sin embargo, en el mismo momento en que Flybondi tenía estos contratiempos en El Palomar, tanto en Ezeiza como en Aeroparque los vuelos aterrizaban y despegan con normalidad a pesar de la lluvia.
A su vez hay que agregar que la neblina también implica un problema para el precario aeropuerto, ya que el miércoles 9 estaba previsto el arribo del vuelo FO 5001 procedente de Córdoba. Pero el despegue se produjo dos horas más tarde debido a que la visibilidad era reducida. Cuanto estaba por llegar a destino, a la altura de Pergamino el vuelo empezó a dar varias vueltas, hasta que finalmente tuvo que dirigirse al Aeropuerto de Ezeiza donde finalmente aterrizó.
Más tarde, el vuelo FO 5500 venía desde Bariloche tuvo tres horas de demora y al aproximarse al destino comenzó a dar varias vueltas hasta que canceló su trayectoria y arribó Ezeiza.
En los otros dos aeropuertos a esa hora los vuelos aterrizaban normalmente a pesar de la neblina, de todos modos en El Palomar no fue posible debido a las severas limitaciones que le imponen una precaria tecnología y la falta de la infraestructura adecuada para operar en esas condiciones.
TE PUEDE INTERESAR