“Los gritos desgarradores quedaron en mi cabeza muchos años”, recordó Eduardo Vásquez, baterista de la banda Callejeros, sobre los primeros momentos del incendio ocurrido hace 18 años en el boliche República de Cromañón, que provocó la muerte de 194 personas y cerca de 1.500 heridos y por el que ya cumplió una pena de seis años de cárcel, a pesar de lo cual sigue en prisión por el femicidio de su esposa, a quien roció con alcohol y prendió fuego en 2010.
“Ni bien vi que apenas una llama chiquita se había prendido, automáticamente paré de tocar”, rememoró Vázquez sobre lo ocurrido la noche del 30 de diciembre de 2004, cuando con su banda cerraba el año con una serie de tres recitales en Cromañón, el boliche de la calle Mitre al 3000, a metros de la plaza Miserere, en el barrio porteño de Balvanera.
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Vásquez, quien cumple prisión perpetua por femicidio en el Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza, fue condenado en 2012 a seis años de cárcel por “estrago culposo seguido de muerte y cohecho activo”, en el marco de la causa por la llamada “tragedia de Cromañón”.
Esa noche, Callejeros presentaba “Roncaroles sin destino”, su último trabajo discográfico con el cual ya había tocado dos veces en el estadio Obras y en la cancha de Excursionistas.
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“La noche del 30 el aire estaba pesado, había un clima enrarecido en el lugar. Por otra parte, el 2004 fue el año que más conciertos habíamos dado, por ende, estábamos algo agotados, pero un cansancio que nos daba mucha felicidad”, contó el baterista.
Luego recordó que cuando se sentó en la batería vio a su mamá, Dilva Paz (62), en el primer piso de Cromañón junto a otros familiares de los músicos, llegó a tirarle un beso y comenzó a tocar. Pero instantes después una candela fue disparada hacia el techo por alguien del público y rápidamente todo empezó a prenderse fuego.
“Tocamos una estrofa, y yo miraba fijamente a alguien arriba de los hombros de otro, con esa pirotecnia que definen como candela, que disparaba luces que impactaban contra el techo. Ni bien vi que apenas una llama chiquita se había prendido, automáticamente paré de tocar”, sostuvo.
“Salté de la tarima y me fui hacia una playa de estacionamiento que estaba detrás. A los dos minutos escuché los gritos del terror, me asomé para adentro y vi que habían cortado la luz, que el techo estaba en llamas y que se desprendió un pedazo del tamaño de un colchón”, describió.
“Volví al estacionamiento por la misma puerta por la que ya salía un humo negro, espeso. La gente estaba desesperada, caían al piso o ya los sacaban desvanecidos. Por el shock dejé de escuchar, solo sentía un fuerte zumbido y no me pude mover más, me paralicé y perdí la noción del tiempo. Cuando reaccioné, el estacionamiento estaba repleto“, agregó.
El músico enumeró distintas situaciones que vivió al sacar gente del boliche, los llamados desesperados con su hermana para saber dónde estaba su mamá, los gritos de personas buscando a sus amigos y familiares y el sonido de sirenas de bomberos, policías y ambulancias.
CALLEJERO DE LA VIDA, SU LIBRO
En su libro “Callejero de la vida”, editado este año, el baterista relata sus vivencias en las horas posteriores al incendio, la búsqueda de su madre en el hospital Ramos Mejía y el momento en el que le confirmaron que había fallecido a raíz del incendio.
Días después, según cuenta en el libro, se enteró de su imputación y la del resto de los Callejeros: “De ahí hasta que caí qué significaba eso, pasó tiempo. Fue un proceso que no se dio de un día para el otro”, aseguró.
“Yo salí con dos palillos, uno en cada mano, a tocar música y alguien comenzó un incendio debajo del escenario (…) ¿Cómo iba enfrentar, imaginar o entender que nos imputen? Yo perdí a mi mamá, pero con mis compañeros perdimos a más de 40 personas entre familiares y amigos”, sostuvo.
El baterista dijo que no hace juicios de valor sobre quiénes emplearon pirotecnia, aunque cuestionó la inacción de las autoridades: “Ni siquiera tomaron criterios preventivos, nada, no hicieron absolutamente nada antes de Cromañón”.
Y destacó: “Yo estoy en las tres categorías: condenado, víctima y sobreviviente, por eso no encuentro culpables, pero sí responsabilidades en los actores que se esconden detrás de las abstracciones como la corrupción, las miserias humanas, la política, los intereses, todas cuestiones que no se vinculan ni por casualidad con una banda de música”.
DE MÚSICO CONDENADO A FEMICIDA
En 2010, el femicidio de Wanda Taddei a manos de Vázquez se convirtió en un símbolo de la violencia de género en el país. Debido a las historias personales de los protagonistas y a la crudeza de los hechos, el caso caló hondo en la sociedad y hasta llegó a marcar un hito en materia legal.
Wanda Taddei y Eduardo Vázquez habían sido novios en la adolescencia, una relación con la que los padres de la joven no estaban de acuerdo. Más de una década después, se reencontraron y retomaron el vínculo. Para entonces, ella tenía 27 años y dos hijos de una pareja anterior; él tenía 32 y cargaba con el peso de la tragedia de Cromañón, banda de la que había sido baterista.
Se casaron a fines de 2009, luego de dos años de noviazgo. El ataque que terminó en femicidio ocurrió el 10 de febrero de 2010. Ese día, el baterista volvió a su casa, discutió con la joven y la prendió fuego. Wanda Taddei ingresó a la guardia del Hospital Santojanni con el 60 por ciento del cuerpo quemado. Falleció el 21 de ese mes debido a los daños en sus vías respiratorias y las infecciones que tenía en las heridas. En los meses posteriores al crimen, hubo, además, reportes de 50 mujeres que también murieron quemadas vivas, según datos del Observatorio de Femicidios de La Casa del Encuentro.
A pesar del dolor, la muerte de Wanda fue el inicio de un largo proceso judicial para su familia. Vázquez fue declarado culpable en 2012 por “homicidio agravado por el vínculo” atenuado por “emoción violenta”, por el cual el Tribunal Oral en lo Criminal 20 le dio una pena de 18 años. Sin embargo, tras las apelaciones de la fiscalía y la querella, el caso fue analizado por la sala IV de la Cámara de Casación Penal, que descartó el argumento, revocó la sentencia y le dictó la prisión perpetua, decisión confirmada después por la Corte Suprema. Cumple su condena en el penal de Ezeiza.
LA TRAGEDIA MÁS GRANDE DEL PAÍS
El incendio de Cromañón, considerado una de las más grandes catástrofes no naturales de la Argentina, ocurrió el 30 de diciembre de 2004 y provocó la muerte de194 personas y cerca de 1.500 heridos.
A poco de comenzado el concierto, una candela prendió fuego la mediasombra del techo del local y generó un humo tóxico que fue aspirado por los miles de jóvenes que estaban adentro y que no pudieron salir a tiempo ya que las puertas de emergencias estaban cerradas con candados.
En el juicio que estuvo a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal 24, los músicos fueron absueltos y el resto de los imputados condenados a distintas penas, pero luego de las apelaciones, la Cámara Federal de Casación Penal también halló responsable a Callejeros.
Tras un largo derrotero judicial, en 2016 la Corte Suprema de Justicia dejó firme las condenas por “estrago culposo seguido de muerte, cohecho e incumplimiento de los deberes de funcionario público”, oportunidad en la que volvieron a ser detenidos todos los imputados.
CROMAÑÓN: LOS CONDENADOS
Los condenados fueron el gerenciador de Cromañón, Omar Chabán, quien falleció en 2014 cuando cumplía su pena de prisión; su mano derecha, Raúl Villarreal, el líder de Callejeros Patricio Fontanet, los guitarristas Elio Delgado y Maximiliano Djerfy -fallecido-, el bajista Christian Torrejón, el saxofonista Juan Alberto Carbone, el escenógrafo Daniel Cardell, el manager Diego Argañaraz y Eduardo Vásquez, el único que sigue en prisión pero por el femicidio de su esposa cometido el 10 de febrero de 2010.
Se reanuda el juicio por tragedia de Cromañón
También fueron condenadas las exfuncionarias porteñas Fabiana Fiszbin y Ana María Fernández y el exsubcomisario Carlos Díaz.
En otro juicio posterior, fue condenado el dueño de Cromañón, Rafael Levy a quien además El pasado 27 de octubre, el Congreso aprobó la ley nacional 27.695 de expropiación del local de Cromañón para la creación de un sitio de memoria.
ANÍBAL IBARRA, DESTITUÍDO Y CON PEDIDO DE QUIEBRA
El 7 de marzo de 2006 finalizaba el Juicio Político al entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, que se encontraba suspendido de sus funciones desde noviembre de 2005. Se lo encontró responsable del incendio del Boliche Cromañón en el que murieron 194 personas en el 2004. Fue removido de su cargo cuando 10 de los 15 miembros de la Legislatura de la ciudad votaron por acabar con su mandato.
En tanto, el 14 de diciembre de este 2022 los abogados José Iglesias y Federico Jiménez Herrera, que representan a víctimas y sobrevivientes de la tragedia de República Cromañón pidieron ante la Justicia la quiebra del exjefe de gobierno porteño por no pagar los honorarios dispuestos para los letrados por la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal. Ya se dispuso la inhibición general de bienes del exintendente, por una deuda de 9670 pesos.
El 25 de octubre pasado, la Sala IV de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal fijó los honorarios: $6700 pesos para Jiménez Herrera y $2670 para Iglesias. Ibarra fue intimado a pagar el 23 de noviembre pasado. Tenía un plazo de cinco días para cumplir con el pago. No lo hizo.
MARCHAS Y MUESTRAS ARTÍSTICAS
Este jueves y viernes se conmemora el 18 aniversario de la tragedia de Cromañón, en la que murieron 194 jóvenes, con una marcha, muestras artísticas, campañas solidarias, encuentros con otras víctimas y la actuación de bandas en vivo. Las actividades, organizadas por sobrevivientes, familiares y amigos de las víctimas, comenzaron este jueves a la tarde con un festival en el santuario levantado en Bartolomé Mitre y Ecuador.
En tanto, este viernes, a partir de las 9 y hasta pasadas las 20, el Movimiento Cromañón encabezará diferentes actividades alternativamente entre el Santuario y Plaza de Mayo.
A las 9 , en Bartolomé Mitre y Ecuador, se inaugurará el evento “Arte y Memoria”, que incluirá muestras de mosaiquismo, muralismo y fotografías.
A las 16, en Plaza de Mayo se realizará el encuentro “Experiencias con Espacios de la Memoria” entre sobrevivientes y familiares de víctimas de Cromañón y del supermercado paraguayo Ycuá Bolaño.
En el mismo lugar se leerá un documento a las 19 antes de dar inicio a la marcha hacia el santuario, donde está previsto que se realice el acto central a las 20.
Por último, la organización No Nos Cuenten Cromañón realizará un acto homenaje el viernes a las 18 en el Obelisco, que inicialmente iba a realizarse en el estadio del Club Atlético All Boys.
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