Diego Maradona tiene palabra incondicionada en la Argentina. Sea sobre el tema que sea y hable desde la posición que hable, son pocas las voces que remarcan sus idas y vueltas o sus cambiantes posiciones que evaden cualquier análisis. La acolarada jornada de ayer, no fue la excepción.
Ayer, el técnico del Lobo, se subió al tren de los palos a Macri cuando en su cuenta de Insatagram escribió lo siguiente: “Es increíble que Macri, después de engañar durante 4 años a los argentinos, ahora engañe también a la FIFA. Aquí sólo dejó hambre y miseria. Después de lo que nos costó zafar del FMI, él nos volvió a endeudar DE POR VIDA. ¡Yo le pido a la FIFA que por favor revea esta decisión, y que le saquen el cargo a este impostor! “
Esto no sorprendió demasiado ya que Maradona siempre se ha mostrado cercano al actual oficialismo político argentino ahora encabezado por Alberto Fernández y respaldado por su estimada Cristina Fernández de Kirchner, sin embargo lo llamativo es que el 10, hace apenas un mes, estaba apoyando a la candidatura en “su” Boca de Christian Gribaudo, hombre elegido por Daniel Angelici, quien, a su vez, fue apuntado como operador judicial de Mauricio Macri durante la gestión del ahora presidente de la Fundación FIFA.
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Si Gribaudo era Angelici, el Tano siempre fue la pata política de Juntos por el Cambio dentro del fútbol argentino. La llamativa posición de Diego avala abiertamente al macrismo puro dentro del club de cuál es hincha, pero le baja el pulgar en otras áreas. En este caso una que amagó con abrirle la puerta y luego se la cerró en la mismísima AFA, cuando llegó Primo Corvaro a “ordenar” las cuentas en Viamonte después del imborrable 38 a 38.
Las idas y vueltas de Diego incluyen nombres propios (Juan Román Riquelme, Messi y Verón por citar algunos casos) y también ideas políticas ya que se mostró cercano a Carlos Menem y Domingo Cavallo cuando también se abrazaba con Fidel Castro. Un Diego auténtico, que nuevamente, se muestra indultado por su indiscutible idolatría.
