En un contexto donde el individualismo parece imponerse, el mutualismo se erige como un modelo de asociativismo basado en la solidaridad y la ayuda mutua. Carlos Gaskín, presidente de la Federación Regional La Plata de Mutuales y de la Asociación Mutual de Empleados Bonaerenses (AMEBO), destacó en una entrevista con Adrián Belinche en el nuevo ciclo Mutualmente —que se emite por Infocielo Play— la vigencia y relevancia de estas entidades, que desde hace más de un siglo brindan servicios esenciales a sus asociados.
Orígenes y evolución
El mutualismo llegó a Argentina con los inmigrantes europeos, quienes, ante la falta de acceso a servicios básicos como salud o entierros dignos, crearon sociedades de socorro mutuo. “Ellos trajeron este modelo ya consolidado en sus países y lo adaptaron aquí“, explicó Gaskín. Ejemplos emblemáticos son el Hospital Italiano y el Hospital Español de La Plata, instituciones de excelencia que surgieron como mutuales.
A diferencia de las obras sociales o los sindicatos —que aparecieron después—, las mutuales son organizaciones sin fines de lucro que ofrecen servicios diversos: desde atención médica y subsidios por nacimiento o fallecimiento hasta turismo social y créditos a tasas accesibles. “No buscamos ganancias; todo excedente se reinvierte en mejorar las prestaciones“, aclaró.
Estructura y democracia interna
Las mutuales funcionan con una estructura similar a la de un club: tienen una comisión directiva elegida por votación y una junta fiscalizadora que supervisa su gestión. “Son entidades profundamente democráticas. Incluso durante la dictadura, aquí se seguían celebrando elecciones“, remarcó el dirigente.
Los socios pueden ser activos (con derecho a voto) o adherentes (que solo acceden a servicios). Algunas mutuales son abiertas, mientras que otras —como las de panaderos o empleados públicos— exigen un vínculo laboral específico.
Desafíos actuales y proyección futura
Frente a escenarios económicos complejos, las mutuales amplían su rol. Por ejemplo, la Federación que preside Gaskín colaboró con 30 toneladas de alimentos durante la pandemia de coronavirus, demostrando que su acción trasciende a sus asociados en situaciones de emergencia.
Además, están impulsando capacitaciones en oficios y una diplomatura en mutualismo con la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Europea del Atlántico (España). “Buscamos formar profesionales y responder a necesidades laborales concretas“, señaló.
En el ámbito financiero, ofrecen préstamos con tasas preferenciales a quienes el sistema bancario excluye. “Prestamos a personas en situación de morosidad o con dificultades económicas“, afirmó.
Una red global
El mutualismo no es exclusivo de Argentina. Países como España, Francia y Alemania tienen redes sólidas, y organismos como la ODEMA ( Organización de Entidades Mutuales de las Américas) las interconectan. “Nuestro presidente honorario lideró esa organización; esto es un movimiento global“, destacó.
Con más de 25 mutuales federadas en La Plata y una historia de más de un siglo, Gaskín subrayó: “Nuestro fin es la solidaridad. Seguiremos trabajando para que nadie quede afuera“. En tiempos de crisis, este modelo asociativo demuestra que la cooperación sigue siendo una herramienta poderosa.