La imagen se volvió viral en minutos. Un trabajador de la empresa Industrias Juan F. Secco, ubicada en el partido bonaerense de San Martín, trepó a una estructura metálica dentro de la planta y amenazó con suicidarse.
El motivo, según sus compañeros: el despido masivo de más de 30 operarios en el último mes. La escena fue registrada en video por otros trabajadores y compartida en redes sociales.
El hecho ocurrió en el marco de un conflicto gremial creciente, donde los despedidos denuncian persecución sindical por parte de la empresa. Se trata de empleados que cumplían tareas esenciales en el sistema energético, sobre todo en situaciones de emergencia.
Desde la Agrupación de Trabajadores de la Energía (ATEM-FETERA), afirmaron que los despidos son arbitrarios y buscan castigar la organización gremial.
“Nos empujan a esto”: la desesperación en carne viva
El trabajador que intentó quitarse la vida no es un símbolo. Es una persona concreta, con nombre, historia y familia, que vio caer su mundo en cuestión de días. En el video difundido se lo ve desbordado mientras amenaza con tirarse al vacío desde una altura peligrosa.
El episodio todavía no fue cubierto por los grandes medios nacionales, pero fue ampliamente repudiado en redes sociales, donde circulan mensajes que describen la situación como “inhumana”, “resultado de un ajuste salvaje” y “consecuencia directa de un modelo de exclusión”.
Policía, detenciones y tensión: el conflicto que escala
Después del intento de suicidio, el conflicto sumó un nuevo capítulo. Según denunciaron trabajadores y dirigentes del Frente de Izquierda, efectivos de la Policía Federal ingresaron a la planta de Secco por orden del Ministerio de Seguridad nacional, que encabeza Patricia Bullrich, y detuvieron a al menos un operario.
El ex diputado nacional Nicolás del Caño publicó en sus redes un mensaje contundente: “Más de 30 trabajadores defienden sus puestos de trabajo y esta es la respuesta: represión y detenciones. No al desalojo. No a la criminalización de la protesta”.
Un conflicto que sigue abierto
Mientras las cámaras no aparecen y los funcionarios responsables miran para otro lado, en San Martín hay decenas de familias al borde del abismo. Los despedidos de Secco continúan en lucha por su reincorporación, apoyados por agrupaciones sindicales y organizaciones sociales, y ahora también reprimidos por fuerzas nacionales de seguridad.
El intento de suicidio dentro de la planta es más que un gesto extremo. Se trata un llamado de auxilio. Una postal que no debiera repetirse. Pero que, si no hay respuestas, amenaza con convertirse en norma.