Quiso utilizar la ironía y le salió mal. El periodista y movilero de América en el programa “Intrusos en el espectáculo“, Pablo Layús, oriundo de la provincia de Córdoba, pero desde hace tiempo como panelista ocasional, quiso hacerse el “picante” en su cuenta de Twitter, y preguntó el lunes por la noche algo que, de no tratarse de una situación severa, podría haber significado una broma sarcástica, cuyo destinatario era Beto Casella, conductor de “Bendita”, del Canal 9 de Buenos Aires.
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PREGUNTA CON MALDAD E IGNORANCIA
La consulta retórica del periodista de Intrusos Pablo Layús fue breve, concisa y cargada de ironía.
Decía: “Que se hizo @elbetocasella ? o es mi tele?”, como insinuando que el conductor se había realizado algun retoque estético que lo mostraba diferente a lo habitual, en la imagen que devolvía la pantalla.
A tal punto se notó su deseo de chicanear a Casella, que al final se pregunta si se trata de algo que todos perciben, o sólo es un defecto de su televisor.
A esa inquietud del columnista y notero de Intrusos llegaron varias respuestas alusivas, mayoritariamente poniéndose del lado de Beto Casella, y repudiando “la mala leche” de Layús.
Sin embargo eso no fue lo peor.
LA RESPUESTA FUE DEVASTADORA
A los pocoa minutos quien tomó la posta y se animó a responderle al chimentero, fue el mismísimo Beto Casella, quien con bastante altura, y un espíritu casi paternal, le explicó las razones de por qué Layús advierte acertadamente, diferencias en su imagen actual con la habitual del pasado.
“Un melanoma que hace que te tengan que agujerear la jeta para extirparlo. Tenés mi celular, podías preguntarme a mí”, fue la poderosa réplica del conductor del “9”, quien hace un año ya había explicado públicamente lo que padecía.
En aquella oportunidad Beto Casella había recurrido a su Instagram para revelar: “Tenía un granito que terminó siendo un quiste maligno”.
“A los que preguntan qué me pasó en la nariz, porque me ven con esta venda desde hace un mes, gracias por la preocupación. Les cuento que lo que parecía un granito terminó siendo un quiste maligno, de esos que hay que extirpar, porque no sabés hasta dónde llega ni cuánto puede crecer. Extirpar, en mi caso, significó hacer un agujero como de un balazo, entraba un dedo, en el medio de la nariz”, fue su posteo en Abril de 2021.
El silencio posterior de Pablo Layús, fue atronador.
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