Una alerta de tsunami fue activada este miércoles en numerosos países del océano Pacífico tras un terremoto de magnitud 8,8 ocurrido en el extremo oriental de Rusia. El fuerte sismo, con epicentro en la península de Kamchatka, generó advertencias en regiones costeras de Japón, Estados Unidos y, en América Latina, en países como México, Chile, Perú y Ecuador. Aunque Argentina no se encuentra bajo riesgo, las autoridades de varias naciones vecinas iniciaron protocolos preventivos ante posibles olas de hasta tres metros.
Según el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico, se prevé la llegada de olas entre uno y tres metros por encima del nivel de la marea habitual en distintos puntos del litoral del Pacífico. El fenómeno se originó a las 11.25 hora local (1.25 de la madrugada en Argentina), con el epicentro ubicado a 126 kilómetros al sureste de la ciudad de Petropavlovsk-Kamchatski y a una profundidad de 19,3 kilómetros. Se trata del sismo más potente registrado en esa región rusa desde 1952, y el de mayor magnitud a nivel global desde el devastador terremoto de Japón en 2011
La situación obligó a emitir estados de emergencia en zonas costeras, interrumpir servicios y evacuar a cientos de personas, principalmente en la isla rusa de Sajalín y el distrito de Severo-Kurilsk. Las imágenes de los primeros minutos muestran puertos inundados y embarcaciones arrastradas por la fuerza del mar, mientras se intensifican los monitoreos en toda la franja del Pacífico, incluyendo América Latina.
Repercusiones y alertas por tsunami en América Latina
En México, la Secretaría de Marina (Semar) advirtió sobre un posible arribo de variaciones del nivel del mar de hasta 20 centímetros en las próximas horas en la costa del Pacífico. Aunque la magnitud no representa un tsunami destructivo, las autoridades recomendaron mantenerse alejados de las playas y extremar precauciones debido a posibles corrientes fuertes en zonas portuarias.
En Chile, el presidente Gabriel Boric confirmó la activación de una alerta de tsunami preventiva en toda la costa del país. Según explicó en redes sociales, el protocolo establece una evacuación tres horas antes del horario estimado de arribo de las olas, por lo que se pidió a la población mantener la calma y seguir únicamente las instrucciones de organismos oficiales.
Ecuador también emitió una advertencia a través del Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada. Se estimó que podrían registrarse olas de hasta 1,4 metros de altura, por lo que se suspendieron actividades marítimas y recreativas en la zona costera. El estado de observación se mantiene durante todo el día, aunque por ahora no se reportan daños ni evacuaciones masivas.
Por su parte, la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú informó que se mantiene vigilancia activa sobre el comportamiento oceánico, a pesar de que inicialmente no se detectó una amenaza directa para su litoral. Las autoridades pidieron mantenerse atentos a los boletines oficiales y evitar especulaciones.
El Pacífico, una región sísmica con historia de tsunamis
El sismo que dio origen a esta nueva alerta de tsunami es el más fuerte en Kamchatka desde 1952, cuando un terremoto de magnitud 9 provocó un devastador maremoto que causó cientos de muertos en la región. Esa zona del planeta forma parte del llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, una región de intensa actividad sísmica y volcánica que abarca desde el sudeste asiático hasta la costa oeste de América.
A lo largo de las últimas décadas, varios eventos similares han generado tsunamis con impacto en múltiples países. Uno de los más recordados es el terremoto de 2011 en Japón, que no solo provocó un tsunami destructivo con olas de hasta 10 metros, sino también el desastre nuclear de Fukushima. Desde entonces, los protocolos de prevención se han ajustado en toda la región y se activan automáticamente ante sismos de magnitud elevada.
Hasta el momento, no se reportan víctimas fatales fuera de Rusia, donde sí hubo heridos y daños materiales. El monitoreo continúa minuto a minuto en las costas del Pacífico, con especial atención a los efectos diferidos del tsunami. Las autoridades de cada país latinoamericano instaron a la población a no difundir información falsa y mantenerse informada a través de los canales oficiales.