A una semana de las elecciones de la Unión Cívica Radical (UCR) bonaerense, el escenario parece mostrarse cada vez más emparejado, pero con perfiles y armados políticos bien distintos. Si se tratara de un mapa, la lista oficialista que encabeza el diputado provincial Maximiliano Abad y la intendenta de Arenales, Érica Revilla, se posiciona en gran parte del interior bonaerense.
En tanto, el lugar de la fuerza que logró unificar el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, y su acompañante de fórmula, Danya Tavela, se concentra en el Conurbano bonaerense, más específicamente en tres localidades claves: San Isidro, San Martín y Quilmes.
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El foco está puesto en los destinos del radicalismo bonaerense, hoy tironeado por una facción que cree que la UCR es “furgón de cola” dentro de Juntos por el Cambio y los que machacan que desde el 2015, el partido vivió un crecimiento exponencial que le permitió acumular poder.
Según pudo saber INFOCIELO, la lista “Adelante Buenos Aires”, que conduce Abad, y la lista “Protagonismo Radical”, de Posse, llegan muy empatadas para este domingo 21 de marzo. Desde ambos sectores analizan que “harán muy buena elección”, pero lo cierto es que cada fuerza logrará resultados en un determinado territorio.
Así, la lista del presidente del bloque de Juntos por el Cambio en Diputados de la provincia, lograría mucho pie en localidades del interior, pero una buena elección por parte del intendente de San Isidro, por su parte, condicionaría un resultado final ajustado.
De todas formas, más allá de quién resulte ganador para conducir al centenario partido, las claves de esta interna pasarán respecto a qué lecturas se hacen de cada bando en relación al futuro de la UCR. Todo parece concentrarse en el vínculo que hoy tiene la UCR con el PRO y la Coalición Cívica, las fuerzas que conforman Juntos por el Cambio.
UN BARÓN DEL CONURBANO RADICAL
Mientras la lista de Abad – Revilla propone una continuidad de la postura radical en la alianza opositora, (la que instaló el ex vicegobernador Daniel Salvador de la mano de María Eugenia Vidal), desde el armado de Posse – Tabela hacen énfasis en la necesidad de conseguir un mayor protagonismo, es decir, romper con el polémico pacto que se instauró en Gualeguaychú en 2015, el trampolín que le allanó el camino de Mauricio Macri a la Casa Rosada.
Desde el entorno del possismo le aseguraron a este medio que, en los últimos días, “listas enteras del oficialismo se pasan para las nuestras y no solo de localidades chicas, sino de grandes ciudades”, como San Martín, Avellaneda, Almirante Brown, Luján, Mercedes y otras. Lo reconocen como “una señal de derrota oficialista”.
“Si seguíamos con la troupe de Salvador, íbamos sin un horizonte de representación, sin fuerza, sin tallar. Seguíamos siendo socios sin voz ni voto mirando por la vidriera a cómo el PRO hace y deshace a su antojo”, explicaron voceros del intendente de San Isidro. “No va más el servilismo, se viene la UCR con carácter”, agregaron.
La fuerza de Posse reúne a distritos claves, pero muy pocos intendentes y legisladores. Más bien se referencia con el apoyo puntual de algunos dirigentes históricos, como Federico Storani y Juan Manuel Casella, unos de los más críticos del rol de la UCR dentro del macrismo.
También, en el sorpresivo apoyo del senador nacional y de origen porteño, Martín Lousteau. Hay quienes analizan que detrás de esta apuesta, Losteau busca en realidad sumar poder para ir por su propio objetivo político: conseguir destronar a Horacio Rodríguez Larreta, en la capital porteña.
ABAD Y LA NUEVA CANTERA DE INTENDENTES
Por su parte, Abad hace pie en el interior bonaerense: se cree que de las 8 secciones, puede que consiga 6. Aun así, Posse lograría toda adhesión de la Tercera Sección, una de las más populosas.
Además, Abad logró el respaldo más que simbólico de Luis Naidenoff (Pte bloque Jxc Senado de la Nación) y Mario Negri (pte JxC Diputados de la Nación). También algunos gobernadores radicales, como Gerardo Morales, de Jujuy.
“La gran diferencia entre nuestro espacio y el de Posse, es que Abad de verdad representa la renovación. Hay un dato que explica esto: de los 32 intendentes de Juntos por el Cambio, 27 están acá”, le dijo a INFOCIELO, un allegado de la lista oficial.
Desde el armado que conduce el presidente del bloque opositor en Diputados de la provincia, consideran que el apoyo proviene de “intendentes nuevos”, quienes como máximo están atravesado su segunda gestión. A eso lo leen como una clara “renovación” dirigencial.
En contraparte, responden con dureza a los planteos del possismo. “Hay que entender qué radicalismo había hasta el 2015, el mismo radicalismo que era conducido por los que hoy están con Posse”, explican en relación a la poca incidencia radical en el escenario político de entonces, donde la hegemonía peronista era notoria.
De hecho, antes del triunfo de Macri y de Vidal, en territorio bonaerense solo había 11 intendentes radicales y 2 diputados nacionales por la provincia. Hoy, son 32 jefes comunales y 6 diputados.
“Ellos plantean que no quieren un radicalismo sumiso. Servil y sumiso era antes la UCR. Nosotros, además, queremos que el próximo gobernador por la oposición sea radical”, sostienen voceros de Abad, que además aclaran que quieren “mantener la alianza unida”.
Por último, en la lista que conduce el diputado bonaerense admiten que se preparan a defender “cada voto” en territorio hegemonizado por el possismo. Es que, al intendente de San Isidro lo identifican como un verdadero “barón del Conurbano” y desconfían de algunas posibles prácticas antidemocráticas.
“Vamos a tener que hacer todo para garantizar la transparencia de la elección. Si algo ocurre, haremos la denuncia pertinente”, le dijeron a este portal.
Los cargos en juego a nivel provincial son la presidencia, vice, secretario general, tesorero y los 20 vocales del Comité Provincia; los 4 delegados y suplentes para el Comité Nacional, y los 73 convencionales nacional y suplentes; lo que le da una proyección sobre el rol que ocupará al interior de Juntos por el Cambio en 2021.
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