Una nueva suba en los impuestos que gravan a la nafta y el gasoil fue oficializada por el Gobierno nacional y podría traducirse en un aumento inmediato en los precios al consumidor. La medida fue publicada este jueves en el Boletín Oficial mediante el Decreto 522/2025, con las firmas del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo.
El ajuste afecta al Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), que se actualizarán durante el mes de agosto. En detalle, entre el 1° y el 31 de este mes, el litro de nafta sin plomo y nafta virgen tendrá un incremento de $6,954 en el ICL y $0,426 en el IDC. En el caso del gasoil, la suba será de $5,615 y $0,640 respectivamente.
También se estableció un tratamiento impositivo especial para el gasoil en determinadas regiones del país: en Neuquén, La Pampa, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, el Partido de Patagones (Buenos Aires) y el Departamento de Malargüe (Mendoza), el aumento del tributo será de $3,040.
Aunque el impacto variará según la petrolera y la ubicación geográfica, se estima que el precio final del litro de nafta podría incrementarse en torno al 1%. Esta modificación impositiva se da en un contexto de consumo irregular: algunas provincias registran leves repuntes interanuales en la venta de combustibles, pero los niveles generales aún no recuperan los valores previos a la crisis.
Lo que viene en septiembre
Para amortiguar el impacto inflacionario, el Gobierno decidió aplicar el aumento de forma escalonada. Según detalla el decreto, la parte restante del ajuste (que incluye actualizaciones pendientes de todo 2024 y del primer trimestre de 2025) se trasladará a precios a partir del 1° de septiembre.
La administración Milei justificó esta estrategia en su intención de “escalonar los aumentos” para no trasladar de manera abrupta la carga impositiva al consumidor final. Sin embargo, especialistas en economía advierten que este desdoblamiento podría generar una nueva ronda de aumentos en las próximas semanas, con efecto directo sobre los precios al consumidor.
Mientras tanto, YPF (la empresa que lidera más del 50% del mercado local) ya incrementó sus precios en dos oportunidades durante julio, con una suba acumulada del 6,1%. La petrolera estatal también implementó un sistema de tarifas variables por franja horaria, que ofrece precios más bajos en momentos de menor demanda y más altos durante las horas pico.
Además, abandonó los aumentos mensuales programados y adoptó un esquema de ajustes diarios en función de la dinámica del mercado, lo que podría traducirse en una mayor frecuencia, y menor previsibilidad, de las remarcaciones en los surtidores.