Este miércoles al mediodía, en la sede del Comité Provincia de la UCR en La Plata, se concretó una cumbre clave entre los 27 intendentes radicales bonaerenses y las autoridades partidarias. El encuentro, que convocó a las principales figuras de la conducción compartida entre los sectores de Maximiliano Abad y Martín Lousteau, dejó como saldo una síntesis política: no hubo definiciones electorales, pero sí un mensaje contundente en defensa de la identidad radical y en rechazo a los intentos de cooptación por parte del frente que buscan sellar el PRO y La Libertad Avanza.
“Una sensación positiva y mucha esperanza porque el encuentro fue sumamente positivo. Veo una posibilidad muy grande de que se genere un lugar de encuentro en el radicalismo. Estamos construyendo confianza y me parece que todos estamos resignando algo individual para construir algo colectivo”, expresó el intendente de Rauch y presidente del Foro de Intendentes Radicales, Maximiliano Suescún, al finalizar la reunión. Para el jefe comunal, este tipo de instancias fortalecen un proceso que busca “dar respuesta a una gran parte de la provincia y por qué no del país, que está demandando otra cosa de la política”.
Miguel Fernández, presidente del Comité de Contingencia, también valoró el encuentro como un paso significativo para recuperar centralidad política. “Hoy se juntaron 27 políticos que gobiernan territorios, con legisladores y exintendentes, a discutir política y encontrar un norte común en un momento donde la política nacional y provincial está muy desorientada. Se discutió profundo e intenso sobre lo que significa ser radical, sobre el rol que debemos tener frente a un Gobierno Nacional como el de Javier Milei y sobre cómo generar una alternativa que genere esperanza”, destacó.
Al ser consultado sobre cómo se articula este proceso de construcción interna con la necesidad de definir una estrategia electoral de cara a las elecciones legislativas, el titular de la Convención, Pablo Domenichini, remarcó que “el encuentro fue muy positivo, en el marco de ir construyendo confianza y dar con sinceridad los debates que el partido tiene que dar”. Según explicó, la clave está en escuchar tanto las realidades de gestión como las miradas políticas de cada intendente. “Este es el camino, con el radicalismo de pie y con vocación de generar una construcción en la Provincia de Buenos Aires”, afirmó.
¿Y entonces?
El posicionamiento del partido frente a una posible integración al frente entre el PRO y LLA fue uno de los temas más sensibles. Al ser consultado por los guiños públicos que dirigentes de esos espacios hicieron al radicalismo, Fernández fue tajante: “A nosotros no nos gusta que nos manoseen. Hasta ahora ni nos llamaron, ni se pusieron en contacto con nosotros. Lo que sí sabemos es que estamos construyendo una identidad. Somos radicales, creemos en el diálogo puertas adentro y afuera, y construiremos un proyecto que nos represente a nosotros, a nuestros afiliados, a nuestros militantes y a quienes alguna vez confiaron en el radicalismo”.
Si bien evitó hablar de nombres propios, el ex intendente de Trenque Lauquen planteó los límites con claridad: “El radicalismo tiene mucho para ofrecer: gestión, territorio, identidad y soluciones prácticas a los problemas de la gente. Nosotros no queremos ir atrás de los demás, vamos a construir, y los que se quieran acercar los vamos a recibir y vamos a conversar”.
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Acompañados por sindicatos y espacios políticos, los residentes del Hospital Garrahan protagonizaron otra multitudinaria marcha. La reacción del gobierno,
Consultado por las preocupaciones que genera la creciente polarización en los concejos deliberantes y el impacto que puede tener sobre el armado radical, Suescún respondió que “esa polarización no está confirmada”. Y agregó: “Si somos capaces de expresar una propuesta del proyecto que estamos moldeando, que la gente vea que se está generando este espacio, creo que crecerá mucho. El radicalismo tiene mucho para decir. Es la jornada de trabajo, el salario mínimo, vital y móvil, es muchas cosas. Somos preexistentes a todos los que nos quieren decir con quién tenemos que ir”.
Sin definiciones electorales ni alianzas confirmadas, el radicalismo bonaerense dejó una señal: se prepara para construir un camino propio, sin apuros y sin imposiciones, pero con la vocación de ser protagonista.
