El conflicto salarial en el Hospital Garrahan sumó un nuevo capítulo luego de que el ministerio de Salud confirmara una recomposición salarial para los residentes. Según trascendió, los sueldos se equipararían con los de sus pares de la Ciudad de Buenos Aires y alcanzarían los 1.300.000 pesos mensuales, aunque al cierre de esta nota no había una comunicación oficial al respecto. La medida fue interpretada por los gremios como un intento por desactivar el paro sin resolver la situación de fondo: los bajos salarios que afectan a todo el personal del hospital pediátrico.
“No hay ninguna notificación oficial sobre ningún aumento, a nadie”, aseguró Norma Lezana, secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT).
Un aumento sin anuncio formal
La noticia fue difundida por medios oficialistas y a través de un comunicado del Hospital Garrahan, que intentó presentar la decisión como parte de una “planificación presupuestaria”, sin mencionar el impacto de las medidas de fuerza que paralizaron servicios y visibilizaron la fuga de profesionales por los sueldos depreciados.
“Hoy un residente de primer año gana $797.000. Eso no cubre ni el alquiler y el transporte”, habían denunciado los profesionales en una carta difundida a principios de semana. Durante las jornadas de paro, se realizaron protestas en la puerta del hospital y acciones para denunciar públicamente que los salarios están por debajo de la línea de pobreza.
Los gremios no ceden: “Quieren dividirnos”
Si bien algunos residentes vieron el anuncio como un “pequeño triunfo”, desde los sindicatos insistieron en que el reclamo es colectivo. “La lucha es por todos y todas, no van a lograr dividirnos”, expresaron, al tiempo que denunciaron que enfermeros y otros sectores esenciales siguen sin respuestas.
Para los trabajadores, se trata de una estrategia del Gobierno para fracturar la unidad del personal, anunciando mejoras solo para un sector. “Es la forma que tienen de romper la huelga con dos pesitos”, señalaron.
Milei redobla la apuesta: “Un curro político”
Recientemente, Javier Milei se refirió al conflicto en una entrevista por streaming y lo calificó como un armado del kirchnerismo: “Fue fogoneado por psicópatas kirchneristas. Lo armaron como curro político”, dijo. Además, el comunicado del Garrahan arremetió contra los gremios, a los que acusó de ser una “casta de militantes y privilegiados” que transformaron al hospital en una “plataforma de acumulación de cargos innecesarios”.
El mismo texto adelantó que a partir de julio se implementará un sistema biométrico de control de asistencia, y advirtió que quienes no cumplan serán despedidos. “El que cumple, cobra más. El que no cumple, queda afuera”, remarcaron desde la dirección del hospital.
Crisis sanitaria en uno de los hospitales más importantes del país
Más allá de los cruces ideológicos, lo concreto es que el Garrahan —un hospital de referencia nacional en atención pediátrica— enfrenta una crisis estructural por el congelamiento salarial desde agosto de 2023. La Unión Argentina de Salud (UAS) reconoció que los sueldos están “por debajo del mercado” y que la situación afecta a todo el sistema sanitario.
Desde adentro del hospital, trabajadores señalaron que la medida de aumento se tomó cuando empezaron a quedarse sin residentes en áreas clave, lo que ponía en riesgo la atención. Mientras los carteles en la puerta del Garrahan decían “Médicos pobres, país enfermo”, en Casa Rosada se intentaba frenar un conflicto que amenaza con escalar.