En medio de un escándalo, el ministro de Finanzas, Luis Caputo, compareció durante algo más de dos horas ante la Comisión Bicameral Permanente De Seguimiento Y Control De La Gestión De Contratación Y De Pago De La Deuda Exterior De La Nación, que componen 20 legisladores de distintas fuerzas, 9 de ellos de Cambiemos.
Claro que la oposición se quedó con las ganas de preguntar porque, en lo que pareció una maniobra consensuada con el peronismo pichettista, logró enrarecer el clima hasta que se levantó la sesión. Para la jugada fue fundamental el aporte del senador pichettista José Mayans, que primero advirtió y luego acató la orden de Caputo en ese sentido.
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El funcionario, cuestionado por su manejo de las emisiones de deuda, sus cuentas no declaradas en paraísos fiscales, los contratos de “dólar futuro” entre otros escándalos, no soportó las preguntas de la oposición y dejó el Congreso cuando aún no había sido interrogado por buena parte de la tropa opositora, entre ellos el bloque Argentina Federal y legisladores avezados en cuestiones legales como Rodolfo Tailhade, filosa espada kirchnerista en el congreso.
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Caputo respondió sin problemas a las preguntas amigables del oficialismo, pero el clima empezó a espesarse una vez que abrió fuego la oposición. Pero se lo notó visiblemente incómodo cuando comenzaron las de la oposición, por ejemplo las del senador Fernando Pino Solanas, a quien le iba a seguir su par Rodolfo Tailhade.
En ese punto, Caputo le hizo llegar a la diputada kirchnerista Gabriela Cerrutti un papel en el que le pedía indulgencia. “Mis hijas tienen 11 y 13 años. No seas mala”, escribió de puño y letra. Cerruti se levantó de inmediato para pedir explicaciones y se inició un ida y vuelta entre legisladores.
Allí, Caputo ordenó al oficialismo levantar la sesión. “Levantala porque ya estoy muerto”, se lo oyó decir en el micrófono.
“Estaba escuchando al diputado Solanas, no sé qué hijos tiene el ministro Caputo. Conozco sus declaraciones patrimoniales, juradas, porque investigo, soy periodista. Yo no tenía ideas de que tenía hijas”, aclaró más tarde la legisladora porteña.
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