El cura Javier Olivera Ravasi – hijo del represor Jorge Olivera– ya no podrá residir en la diócesis de Zárate-Campana tras el escándalo desatado por su rol de organizador del encuentro que diputados libertarios mantuvieron con represores de la última dictadura cívico- militar en la sede del penal de Ezeiza.
Según las autoridades, la determinación se debió a que en el Obispado se recibieron “numerosas quejas fundadas por sus expresiones y actitudes, que se oponían al testimonio cristiano -máxime proviniendo de un sacerdote-” advirtieron.
La sanción se tomó luego de que la propia Conferencia Episcopal emitió un comunicado en el que de distanció de las gestiones que hizo el sacerdote y luego que el Papa Francisco recibiera a víctimas del terrorismo de estado. Y terminó por dejar en evidencia al Congreso, donde no se logró ningún tipo de medida contra los legisladores que asistieron.
Escándalo por la visita de diputados libertarios a represores: qué dice el comunicado de la Iglesia
Según informaron desde la diócesis Zárate Campana, “el sacerdote, Presbítero Javier Olivera Ravasi está incardinado en la Diócesis de San Rafael, Provincia de Mendoza, y fuera de la misma desde hace varios años. Por razones familiares que aludió, solicitó residir en esta Diócesis de Zárate-Campana, lo que se le concedió por el término de cuatro meses, desde el 20 de agosto de 2019 hasta el 31 de diciembre del mismo año, quien posteriormente dejó el lugar y retornó varias veces sin aviso alguno.
Dado que en reiteradas ocasiones, se recibieron en este Obispado numerosas quejas fundadas por sus expresiones y actitudes, que se oponían al testimonio cristiano -máxime proviniendo de un sacerdote-, se le pidió un cambio de actitud y comportamiento en su proceder.
Al no observarse hasta el presente el cambio requerido en su actitud, y teniendo en cuenta que el mencionado sacerdote no pertenece a esta Diócesis de Zárate-Campana, así como por el bien de la comunidad diocesana, hechas las consultas pertinentes, se le ha comunicado que en adelante no tiene autorización para residir en esta Diócesis”.
Diputados rechazó tratar la expulsión de los libertarios que visitaron a genocidas
En la sesión del último miércoles, la Cámara de Diputados rechazó un apartamiento del reglamento para discutir si los legisladores implicados en la visita a represores debían ser expulsados.
La propuesta había sido impulsada por la diputada Gisela Marziotta (Unión por la Patria), quien ya había presentado un proyecto de ley para expulsar de la Cámara a los seis diputados que integraron la comitiva que fue al penal de Ezeiza a reunirse con Alfredo Astiz y otros represores condenados.
Pero la iniciativa fue rechazada con 121 votos en contra y solo cosechó 102 a favor y cinco abstenciones. Para impedir la sanción fueron claves los votos de los bloques de La Libertad Avanza y el PRO, más un grupo de diputados de la UCR.