Desde hace más de diez años que la lluvia pone en alerta a los vecinos de La Plata. El déficit habitacional, la falta de planificación urbana, las construcciones defectuosas, se unen a las inundaciones y el cambio climático para dar forma a un combo explosivo que pone en riesgo las condiciones de habitabilidad.
El Arquitecto y docente investigador de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNLP, Julián A. Carelli Cerdá, analiza el fenómeno, sus causas y sus posibles alcances en la región.”Debemos situarnos en una época de constante cambio, muy dinámicos, no solo en aspectos climáticos sino, además, por cambios sociales y económicos que afectan notoriamente los espacios de vivienda, laborales, de esparcimiento, de tránsito y otros”, expresó el experto.
Una ciudad planificada, pero descontrolada
Según el Observatorio oficial de Barrios Populares del ReNaBap, La Plata es la localidad con más barrios populares de la provincia de Buenos Aires y del país. Mayormente son barrios no planeados, no solo a nivel de código urbanístico, sino además, sin la infraestructura adecuada, hablamos de agua potable, cloaca, y referido a la temática en cuestión, los drenajes de aguas pluviales. Ello conlleva a intervenir sobre lo que naturalmente eran tierras con suelos absorbentes, arroyos donde el agua fluía sin obstáculos, sin contaminantes inclusive.
“Debemos agregar a esta situación todos los impactos ambientales generados por la falta control edilicio, ya sea en su etapa de construcción como de mantenimiento o en algunos casos, de demolición”, sentenció Cerdá.
Por su parte, el arquitecto también mencionó que “podríamos comenzar analizando las construcciones, si están preparadas para las copiosas lluvias originadas por la fase de El Niño, pero es importante comprender que tanto las edificaciones como las ciudades en general, deben prepararse para condiciones extremas de todo tipo, lluvia, sequía, altas o muy bajas temperaturas, viento, etc”.
Sumado a ello, las viviendas de cierta antigüedad, aunque bien construidas originalmente, actualmente no mantenidas, también poseen graves problemas ante la situación actual climática. Goteras, humedad, por consiguiente, desprendimiento de cielorrasos, revoques, problemas en pisos y otras tantas patologías derivadas de una misma problemática. Sumado a ello, la no consideración a los alcances de la vida útil de los materiales que componen la vivienda.
Por último el docente de la UNLP afirmó: “Lamentablemente el código de ordenamiento urbano resulta de consideraciones de crecimiento inmobiliario y muy poco o casi nulo respecto de las necesidades del cuidado del medio ambiente. La sustentabilidad, los criterios que la misma adopta para la concreción de nuevos espacios que se habitan, otros que se reciclan o renuevan, y la consciencia respecto del uso de espacios públicos, naturales, parece ser una salida concreta hacia soluciones a las problemáticas expuestas”.