“Mirá, mamá, estoy arriba, y te juro que no hay nada más que la vida”, la frase de Wos en Mirá Mamá bien podría ser usada por Mateo Díaz, el pibe de La Plata de apenas 18 años que, en un abrir y cerrar de ojos, se encontró llevando su arte a las calles de Nápoles, en la entrada del mismísimo Santuario de D10S y de frente al histórico ventanal cubierto por la cara de Diego Maradona.
Este estudiante de diseño multimedial de la Facultad de Bellas Artes de la Ciudad de La Plata charló con este medio a horas de haber vivido una de sus experiencias más movilizadoras: La de pintar a Diego en la tierra donde se lo venera como un Dios.
¿Cómo llega un pibe a pintar a Maradona en la mismísima Nápoles?, la respuesta la da Mateo y, como sus obras, tiene matices fabulosos donde el deseo se impone ante el desconcierto lógico de la escena y una desazón imperante: “El motivo del viaje fue el 15 de mi hermana Manuela. Ella eligió un viaje a Italia con la familia. Las ciudades más importantes estaban en mapa y Nápoles, inicialmente era una parada que tenía que ver la mística de Diego ”, le cuenta Mateo a Infocielo sobre un plus dentro del tour que no tenía el suelo más maradoneano que existe dentro del recorrido.
Ver para creer: Estudiantes pasó de no encontrar al rumbo a ser líder de su zona
La segunda victoria al hilo le permitió a Estudiantes, en una fecha repleta de empates, subirse a la punta del Grupo A. De los silbidos en el PT, a una muestra de carácter necesaria.
Una vez que la estación Nápoles apareció en el itinerario familiar algo brotó en Mateo que cobró notoriedad en plena pandemia cuando por cuestiones mayores decidió abocarse mucho más al dibujo, algo que hasta hace unos años era una actividad intermitente y alejada de esta realidad que lo unió – de desde distintos ángulos – con ídolos musicales (como La Vela Puerca o Wos) y con referentes deportivos (Juan Sebastián Verón y Carlos Salvador Bilardo) todo siempre dentro del Mundo Estudiantes que ya lo abraza como un artista “de la escuela”
Inspirador, como todo lo que tiene que ver con Diego, el estar en la tierra del festejo más intenso y popular que dio Europa en años hizo que la procesión se inicie por dentro: “ a dos semanas de programado el viaje dije que, si estábamos ahí, algo tenía que hacer. Pintar en el santuario parecía imposible, porque no conocía a nadie ahí”.
Arranca por la derecha el genio…
Lejos de dejarse limitar por cualquier pensamiento que lo aísle de su pulsión artística Díaz fue por la épica: “busque en Google Maps, restaurants, bares y todo lo que tenga que ver con Diego, armé una lista de 15 lugares y un mensaje en italiano diciéndoles que quería pintar un mural en Nápoles. Sólo me respondió “la Bodega de D10s”, que son los que regentean el santuario, ellos lo gestionan. Me dijeron que sí, que un gusto recibirme, pero necesitaba saber dónde iba a pintar. Pero me decían que vaya, que me fije, pero medio que quedó en la nada ”
A horas de conocer la ciudad que habla el lenguaje de la pasión futbolera argentina, Mateo se jugó y fue por las pinturas en la mismísima Roma. De las tierras de la Loba, de Rómulo y de Remo fue que tocó Nápoles y fue al encuentro de los muchachos de la Bodega: “Vamos a ver dónde podemos hacerlo. Ese lugar tiene Maradonas por todos lados. Acá podés hacerlo me dicen. Atrás hay dos stickers pero nadie sabe quién los puso, tapalos que no pasa nada ”. Con 18 años y apenas dos de intensidad artística, el platense estaba delante de una de las obras más emblemáticas del pueblo napolitano en la Via Emanuele de Deo, donde desde 1990 (año del último título antes de la reciente conquista) una pintura gigante cubre la pared de un edificio y la cara de Diego quedó justo sobre una ventana de la que se dijo nunca abrirse hasta el reciente Scudetto.
“ Esa pared está en la entrada y frente a la famosa ventana. Me temblaban las piernas hasta que pude relajarme“, fueron más de cuatro horas de trabajo para Mateo en medio de la locura de propios y extraños por el mítico paseo “ Venían italianos, brasileros, fotógrafos, toda una locura increíble, todos te daban charla“, cuenta quien ya comienza a ver en perspectiva lo ocurrido. “ Empecé a pintar en 2020 en plena Pandemia. Dibujaba mal, poco y cada 6 meses. En cuarentena me mande a dibujar y una vez subí un dibujo de Verón (Juan Sebastián) y en Twitter aparecieron un montón de me gusta y comentarios y fue creciendo, así fue que abrí la cuenta de Instagram (@mateodiaz.arte) para mostrar mis trabajos . A veces me olvido como fue como paso, pintar un mural en el Country ahora acá. En la vorágine cuesta tomar dimensión. Yo te cuento que pinte un mural en Nápoles y uno lo normaliza, pero con el paso del tiempo y viendo lo que pasó a veces te quedas pensando si paso de verdad o no”.
“Hace tres días no tenía esperanzas de hacerlo, no sabía si gastar 20 lucas en pintura. No sabía si valía la pena pero sí”, cuenta el barrilete Mateo que, como el Diego, dejó una obra inmortal en el corazón de su tierra santa con la frase que Ciro Martínez eligió para pintar como nadie su batalla “Sin más armas en la mano, que un 10 en la camiseta”
