La llegada de Guillermo Barros Schelotto para dirigir a Vélez ha revolucionado a buena parte del fútbol argentino que tiene mucha curiosidad en el regreso de uno de los técnicos más importantes de la última década trabajando en un club que lejos está de pasar por su mejor momento.
Pero el dato distintivo para la ciudad de La Plata es que uno de los principales enemigos futbolísticos de Vélez durante varias décadas sea el elegido para sacarlo a flote de una situación sumamente adversa tras la coronación en diciembre del año pasado.
La piña de Dopazo a Trotta y el comienzo de un clásico
El 3 de abril de 1994, cuando la noche caía sobre el atardecer platense, Gimnasia redondeaba una victoria “caliente” sobre Vélez. El partido terminaba 3-2, pero allí mismo nacía otra historia, marcada por la violencia de una batalla campal en la que intervinieron policías, jugadores, técnicos, dirigentes e hinchas.
Con el pitazo final, se desató el escándalo mayor. Guillermo Sanguinetti, expulsado junto a Pellegrino en el último minuto, empezó a insultar a los jugadores de Vélez. Allí reaccionó Chilavert, que corrió y golpeó desde atrás al utilero Castro Acosta. Y a partir de allí, pasó de todo: Dopazo -expulsado a los 4 minutos del segundo tiempo- le pegó una trompada a Trotta. Lavallén le pegó a Husain, Hugo Guerra lo corrió a Bassedas. Carlos Bianchi trató de separar y recibió un piedrazo que le dejó el cuero cabelludo sangrando. Algunos hinchas de Gimnasia invadieron la cancha. Un bochorno con consecuencias: denuncias penales contra dos jugadores de Vélez, Chilavert y Omar Asad.
Los Mellizos recién daban sus primeros pasos en el equipo. De hecho Gustavo fue titular y Guillermo suplente, pero mamaron el inicio de un duelo que se iría incrementando con el correr del tiempo, a medida que ambos equipos hegemonizaron el dominio en el futbol argentino.
Los golazos de Guillermo a Chilavert
Si bien existieron varios capítulos más de la rivalidad entre Guillermo y Vélez, especialmente con José Luis Chilavert, hubo uno inolvidable para los hinchas del Lobo.
El equipo de Timoteo fue peleando por los primeros puestos a Liniers para enfrentarse con el Vélez campeón de todo y logró un triunfazo 2 a 1 con dos goles de Guillermo, dando vuelta un partido histórico que le permitió seguir adelante en la pelea por el torneo.
El primero fue luego de una gran recuperación de Gustavo para que la pelota le derive a Guillermo y con un remate fuerte y cruzado deje sin chances al arquero paraguayo. El segundo un golazo de tiro libre para sellar la victoria.
Más de 30 años después, los caminos de Guillermo y Vélez vuelven a cruzarse. Esta vez no estarán en bandos diferentes, sino que trabajarán juntos en pos de sacar al conjunto de Liniers de la difícil situación por la que atraviesa.