Juan Ramón Verón era un gambeteador. Hoy, los entrenadores modernos dirían que en el uno contra uno te mataba. Pero además era un goleador de raza. Capaz de aprovechar la más mínima ventaja para poner la punta del botín y marcar un tanto. O para gambetear rivales, como Diego en México, y dejar sin chance a sus adversarios.
Para Estudiantes el gol de Verón, de cabeza, en Manchester, fue el más importante de la historia. No es para menos: con ese gol, el Pincha fue Campeón del Mundo. Pero hubo otro, en un partido con Palmeiras por Copa Libertadores, con características muy similares al que Diego Maradona haría en el mundial de México frente a Inglaterra y fuera considerado el mejor de toda la historia.
La curiosidad del caso es que no hay registros fílmicos de la época, apenas si algunos gráficos pudieron reconstruir la jugada que, como la de Diego, en el centro del campo y se desarrolla, también, en el callejón del ocho. Tras correr casi 40 metros eludiendo rivales, definió cruzado, contra el palo derecho del arquero, que nada pudo hacer para evitar la caída.
La increíble frase de Bilardo sobre el gol de Verón
Cuando Carlos Bilardo le ganó a Inglaterra en 1986, los medios de comunicación buscaron definiciones sobre las dos proezas de Diego Maradona en dicho encuentro. Una por el gol con la mano y la otra por el mejor gol de la historia de los mundiales.
En el vestuario del estadio Azteca, Bilardo dijo: “El gol de Diego me hizo acordar a uno que Juan Ramón Verón le hizo a Palmeiras en La Plata. Arrancó de ocho y terminó debajo del arco”.