La figura de Juan Ramón Verón en el cielo de Manchester pasó a la eternidad. Ese salto que impulsaron miles de almas desde La Plata para que la Bruja logre conectar de cabeza y empezar a garantizar la Copa del Mundo será, sin lugar a dudas, la imagen más recordada del papá de Sebastián.
Aquel 16 de octubre de 1968, entre la lluvia, los paraguazos y el hostigamiento, Verón fue el más pillo entre los pillos. Empezó a escribir la historia de Estudiantes cuando, con una cabezazo que se volvería marca registrada de la historia del club, le dio al equipo de Osvaldo Zubeldía el 1 a 0 parcial para enmudecer a Old Trafford.
De allí en más historia conocida. Aguante. Garra. Fiereza. Incidentes. Empate. Campeones. Old Trafford quedó impactado por la forma en que aquel equipo se plantó en suelo inglés para conseguir el título más importante de la historia de Estudiantes. Acaso por eso Juan Ramón pasó a la posteridad mucho antes de irse al olimpo de las glorias de Estudiantes.