Ayer por la noche culminó un fin de semana de ensueño para los hinchas de Estudiantes, ese que seguramente soñaron durante mucho tiempo. Después de 14 años el Pincha regresó a su casa, y tuvo un festejo espectacular, acorde a semejante logro.
La fiesta, sin embargo, estuvo lejos de iniciar ayer: todo comenzó el viernes luego del 1-0 ante Talleres en un Estadio Ciudad de La Plata que se vistió de gala y explotó de gente para la despedida de un escenario que lo cobijó durante más de una década.
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Un homenaje emotivo. Una estatua a la altura de la grandeza del club. Así fue el proyecto para la construcción de una escultura que quedó eternizada en el Estadio de UNO.
Después de ese partido los hinchas comenzaron a palpitar el regreso, e hicieron vibrar a toda La Plata con una caravana descomunal de simpatizantes que, luego de una espera que se hizo interminable, caminaron desde 25 y 532 hasta 1 y 55 para ver la vuelta con sus propios ojos.
La caminata y la vigilia del viernes, al compás de la música de Estelares, fueron el preludio de lo que serían luego, sábado y domingo, dos espectáculos de primer nivel que congregaron a toda la familia Albirroja, con un sinfín de glorias y ex futbolistas de la institución.
