En las últimos horas se generó una polémica en las redes sociales por un posteo que afirmaba que en Argentina no se podía comprar una casa con lo que se ahorra en los llamados “gastos hormiga“, es decir, esos pequeños gastos cotidianos que no son imprescindibles, como el café, el alfajor, el cigarrillo, la cerveza o la gaseosa. La autora del posteo decía que quienes sostenían lo contrario es porque eran herederos o mantenidos por otras personas.
La publicación fue rebatida por algunos perfiles de ideología más conservadora, o libertarios defensores de la meritocracia y la libertad de mercado, que desataron una ola de críticas y burlas, ya que muchos usuarios consideraron que era una falta de respeto y de realidad, teniendo en cuenta la situación económica del país, la inflación, la devaluación y el alto costo de las propiedades, afirmar que con unos recortes diarios es posible ahorrar lo suficiente como para convertirse en propietarios.
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LOS NÚMEROS DUROS
Según un informe de una cadena inmobiliaria, junto a la Universidad del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (Ucema) y Reporte Inmobiliario, se determinó que el valor promedio del metro cuadrado en CABA y zonas urbanas del Gran Buenos Aires es de 1.864 dólares. Esto significa que para comprar un departamento de 50 metros cuadrados se necesitan 93.200 dólares, lo que a valor blue de 730 pesos serian alrededor de 68 millones de pesos.
¿Es posible ahorrar esa suma de dinero solo recortando los gastos hormiga? Según un relevamiento de Infocielo, se pueden ahorrar aproximadamente 1500 pesos al día si el gasto se hace planificado y se compran los productos, por ejemplo, en un supermercado, en un mayorista o en un kiosco o local con ofertas y no al paso. Al mes, se pueden dejar de gastar $45000 y, al año, 540 mil pesos.
A este ritmo, se tardaría unos 126 años en juntar el dinero necesario para comprar el departamento.
Por supuesto, este cálculo no tiene en cuenta otros factores, como los ingresos, los gastos fijos, las inversiones, las variaciones del tipo de cambio y la inflación. Sin embargo, sirve para ilustrar lo irreal y absurdo que resulta pensar que se puede acceder a la vivienda propia solo con eliminar los gastos hormiga. Estos pueden ayudar a mejorar las finanzas personales y a generar un hábito de ahorro, pero no son suficientes para alcanzar una meta tan grande como la compra de una propiedad.
Por eso, muchos usuarios le respondieron a quienes refutaron al autor del posteo con ironía y sarcasmo, mostrando sus recibos de sueldo, sus facturas de servicios o sus alquileres, y preguntándole cuántos cafés o alfajores tenía que dejar de consumir para llegar a comprar una casa.
Otros le pidieron que revelen el secreto o la fórmula mágica para lograrlo. Y algunos recordaron que hay muchas personas que no tienen ni siquiera para cubrir sus necesidades básicas, y que no pueden darse el lujo de dilapidar su poco dinero en gastos hormiga.
La discusión en redes sociales dejó en evidencia la brecha que existe entre los precios de las propiedades y los ingresos de la mayoría de los argentinos, así como la falta de políticas públicas que faciliten el acceso a la vivienda propia. También mostró la importancia de tener educación financiera y de planificar los gastos y los ahorros según los objetivos personales. Y sobre todo, demostró que no hay que creer todo lo que se dice en internet, sino contrastar la información con fuentes confiables y con el sentido común.
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