Una interesante anécdota atravesó el programa LAM este jueves cuando el dúo Pimpinela estuvo invitado a celebrar sus 40 años desde el inicio de su fulgurante llegada al mundo musical hispanohablante, y contó con gracia el día de su debut absoluto en los escenarios, que se dio en la capital bonaerense.
Joaquin y Lucía Galán repasaron historias, giras, éxitos, vivencias y sus sentimientos como hermanos, tras 4 décadas de trabajo en común.
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Algo que concitó la atención de los bonaerenses, y en particular de los habitantes de su capital, la ciudad de La Plata, fue cuando narraron la primera experiencia sobre un escenario en su carrera musical.
Sucedió en 1981, y de acuerdo al relato de Joaquín, fue una experiencia conmovedora pero no por su gran relevancia y repercusión sino todo lo contrario.
EL RECUERDO DEL BOLICHE ‘MACONDO’
El particular incidente se dio en el histórico boliche “Macondo” de la calle 45 entre 8 y 9 de La Plata, en aquellos años comandado por el inolvidable “Negro” Morales.
“Solo recibimos tres aplausos educados. Por suerte no nos tiraron nada”, ya habían contado hace un tiempo atrás acerca de aquel extraño comienzo.
Macondo fue una emblemática Disco que solía llenarse los fines de semana con la presencia de artistas más ligados a la música para jóvenes de la época, en sus diferentes estilos.
Pimpinela no tenía demasiado que ver con los clásicos “números artísticos” de pop, rock, o tropical que poblaban la “pista” tipo pastilla que oficiaba de escenario.
Una noche de 1981, en Macondo, (cuyo nombre estaba inspirado en el pueblo ficticio descrito en “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez) , Lucía y Joaquín Galán se presentaron por primera vez como el dúo Pimpinela.
A 40 años desde el inicio de su fulgurante llegada al mundo musical hispanohablante, el dúo Pimpinela le contó a Ángel de Brito su gélido debut en el escenario de la histórica discoteca Macondo en La Plata
Veinteañeros, inexpertos, atrevidos, tras interpretar el tema ‘Tú me prometiste volver’, sólo hubo “tres aplausos educados”, más que un reconocimiento a su trabajo, fueron una invitación a cederle la posta a alguna otra propuesta musical más acorde a la movida del lugar. Según sus palabras “Fue un día aleccionador, para no olvidar“.
“La gente no nos conocía todavía porque aún no había salido ‘Olvídame y pega la vuelta’, pero quisimos probar en un escenario. En la discoteca estaban tocando música en inglés, todo súper heavy, cuando aparecimos los dos hermanitos iguales, con trajecitos plateados. Nos miraban como si hubiésemos bajado de un platillo volador, y cuando empezamos a cantar se les cayó la mandíbula, ja,ja,ja. Se preguntaban: quiénes éramos, de dónde habíamos salido, qué hacíamos ahí. Fue todo muy frío, muy loco”, recordaba Joaquín Galán en una nota previa con el diario “El Comercio” de Perú.
Aquel no fue el debut con el que los hermanos cantantes habían soñado, pero les sirvió de aprendizaje y experiencia. Y no pararon hasta pisar imponentes escenarios en el mundo, entre ellos el Madison Square Garden, en Manhattan, Nueva York.
LA ENTREVISTA CON DE BRITO
“De actuar en Macondo en La Plata, en una discoteca, en el primer show de Pimpinela… te hablo de noviembre del 81, en donde los chicos nos miraban como si fuéramos marcianos…. (imagínate) en una discoteca cantando “Tu me Prometiste volver, te comprendo pero”… Querían bailar los pibes, no querían ver a dos locos que actúan en un escenario. Fue un desastre“, contaron al programa de América.
En ese momento intervino Ángel de Brito para preguntar si les había sucedido que les hayan arrojado algún tipo de elemento al escenario en señal de disconformidad, y la respuesta de ambos miembros de Pimpinela fue:
“No no, por suerte eso no nos pasó. Lo que sí nos pasaba es que nos miraban y nos prestaban mucha atención”, dijo Joaquín. “No aplaudían”, acotó Lucía Galán.
“Lo bueno de esto, más allá de que no aplaudió nadie, es que no nos tiraron cosas, y además nos prestaban atención. Es decir ‘llamamos la atención’. Eso fue para nosotros un punto de apoyo, porque dijimos: ‘estamos haciendo algo que por lo menos llama la atención’… aunque ese no era el lugar“, terminó Joaquín Galán, haciendo alusión a la inolvidable discoteca Macondo de La Plata.
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