Es otro sábado a la noche en la ciudad de las diagonales. Un grupo de chicas quiere disfrutar de su primer fin de semana como universitarias y deciden salir a bailar pero el dilema aparece: ¿cómo ir al boliche y sentirse seguras?
Una de ellas escuchó que existe una remisería de mujeres para mujeres, RemiFem. Al principio dudan, hasta que buscan el servicio en Instagram: 15 mil seguidores, más de 200 posteos y casi dos años ininterrumpidos de trabajo. Deciden enviar un mensaje, consultar disponibilidad y la respuesta sorprende: un sticker seguido de “Hola reina, ¿cómo estás? Si, obvio”.
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Una remisería de mujeres para mujeres
RemiFem surgió en marzo de 2022 y no para de crecer en la ciudad de La Plata. Opera en todo el casco urbano y también en la periferia. Con su fundadora Loana a la cabeza, se caracteriza por ofrecer un servicio para mujeres realizado por mujeres significando una alternativa segura de transporte, tanto para las clientes como para las conductoras.
Comenzaron siendo 3; hoy son 18 empleadas en la remisería. El crecimiento se debe a la oferta de un espacio de trabajo flexible y un cálido ambiente laboral. Además, especialmente para las madres, es una gran oportunidad de trabajo: no se requiere experiencia, únicamente saber manejar y un auto propio.
INFOCIELO visitó a RemiFem y dialogó con Mariela y María: dos conductoras, madres, que además de una segunda oportunidad, vieron en la novedosa remisería un espacio para ayudar a otras chicas.
Desde adentro: las voces de las choferes Mariela y María
¿Cómo arrancaron?
Mariela: Tengo un emprendimiento y esto es una segunda opción laboral. Tengo 50 años, amo manejar y como pongo yo mis horarios, me encanta. Como llevamos mujeres, es muy seguro. Todas muy contentas. Las chicas son las que más usan el servicio y las que más contentas están. Y seguras.
María: Estaba en Instagram un día y vi la propaganda. Me comuniqué con Loana, probé, me cerró, y después volví en enero y arranqué con todo. Es mi trabajo de cabecera. Las chicas siempre manifiestan la tranquilidad que les da viajar con una mujer. Cada pasajera me dice “a mi me encanta la remi, los stickers” y se sienten seguras. Yo espero que entren a sus casas, eso que tienen las mujeres que no tienen los hombres.
¿Cómo es el trabajo?
Mariela: Tres veces por semana, cinco horas. Y los viajes de larga distancia que salgan. Ezeiza, Aeroparque, La Costa. Terminás siendo consejera, psicóloga, te agradecen la charla, las bancas cuando bajan en algún lugar feo. Está bastante ríspido para las chicas que recién vienen del interior.
María: Hago las noches fines de semana, miércoles jueves y viernes 4 horas, turno tarde noche.
¿Cómo combinan el trabajo con la vida?
Mariela: Yo le cuento a todo el mundo, chocha. Llama la atención el tema que somos mujeres para mujeres. Me dicen “Ah mirá remisera, que coraje”, “¿No tenés miedo?” y les digo “la verdad que no”. Yo tejo, mientras estoy en el auto sigo tejiendo. Produzco todo el tiempo. Llego a casa, y hago las cosas de la casa también, como todo.
María: Se sorprende mucho la gente, es como un impacto. Maridos de mis amigas me cargan: “son unas discriminadores”. Lo bueno de esto es el boca en boca. Estudio en la UNLP, Psicología, y las chicas conocen la agencia por el hecho de que se sienten seguras.
¿Qué significado tiene para ustedes que sea una remisería de mujeres para mujeres?
Mariela: Me da empatía, siento empatía por las chicas. Yo manejé siempre también por miedo, por no querer subirme a un auto manejado por un hombre y por desconfianza.
María: Lo primero que dije fue “qué buena idea”, algo innovador. Es un equipo muy unido, no nos conocemos tanto las choferes porque no hacemos base a diferencia de una remisería convencional en la que están todos ahí. Bueno acá no, somos todas de distinto lugares.
Mariela: Además, desde chica me vestía con ropa ancha para no llamar la atención, de ahí en más aprendí a manejar sola. De Gonnet a La Plata, en tercera, sin saber manejar. No sabía que el auto tenia cuarta, imaginate. Me manejé siempre sola.
¿Qué ven en los viajes? ¿Qué les dicen las pibas?
Mariela: Una chica, que fue uno de los primeros viajes, me contó que un tipo la acosó desde la terminal hasta la puerta de la casa y el tipo le terminó diciendo: “Se donde vivís”. Todo el tiempo escuchamos esas historias, las pibas se suben y dicen: “Qué bueno que existe RemiFem”. Todas eh. Yo tengo una hija de 24, que no se sube a un remís, prefiero bondi o tren. Ni loca un auto manejado por un hombre.
María: Me ha pasado de perderme, con el GPS y demás. Uy me parece que nos pasamos. Y la chica me dice: “Ay no me di cuenta porque yo acá voy tranquila”. Es que la chica va con el teléfono, en cambio, yo subo a un auto y donde se desvió un cachito yo ya le pasé a mi amiga, la ubicación y el tiempo real.
Mariela: Yo les voy enseñando como defenderse, que pueden abrir aunque el auto este trabado, que lleven desodorante, a los ojos, que quede ciego y te bajas.
¿Tienen más confianza en ustedes?
Mariela: A nosotros nos confían niños, sin los padres. Pibitos que van a futbol, el nene te va charlando. Porque somos mujeres, y somos mamás también. Nos ven como mamás. Con los hombres han tenido malas experiencias.
María: También RemiFem es una remisería, tiene una sede, hay una estructura detrás, creo que a la gente le da esa seguridad. No es una aplicación. Los pasajeros se pueden quejar.
¿Qué les gustaría que pase con RemiFem?
Mariela: Que se prendan más mujeres a manejar, esto es laburo para nosotras. Yo tengo 50 años y a mi no me agarran en ningún lado para laburar. Estoy tranquila, te pagan en tiempo y forma y estás libre, no dependés de un jefe. Loana es como una hija. Yo soy como la mamá de todas las conductoras. Lo hago porque necesito, pero a parte siento que estoy ayudando a las pobres pibitas.
María: Que esto crezca. Yo tengo 40 y tampoco me agarran en ningún lado. Loana es como una compañera. A todos lados donde voy les cuento, les paso el teléfono de acá, los folletos. Hacer propaganda es propaganda a uno.
Las dos: Queremos que se sumen mujeres a manejar, que se prendan más, no es inseguro, no te destroza el auto. Es un muy buen trabajo, para gente como nosotras que no tenemos para donde ir. O que no nos gusta donde estamos. Esto te da mucha libertad.
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