Hace 15 años, exactamente, Estudiantes de La Plata jugaba un amistoso ante el Sheffield United: los ingleses ganaron 1-0 con un gol de Matt Lowton. Un prometedor defensor que por entonces tenía 21 años y que ahora gana (y gasta) petrodólares en el Precision FC de Dubai.
La mera efeméride lineal obliga a recordar que Guillermo Trama dirigió en aquel 1° de agosto a un equipo conformado por una base de juveniles o incipientes figuras, designadas para viajar a Inglaterra y disputar ese mano a mano.
Un elenco que en Bramall Lane formó con César Taborda; Elian Parrino, Dylan Gissi, Leonardo Delgado, Raúl Iberbia; Diego Auzqui, Leonardo Jara, Marco Francescoli, Héctor Cardozo; Mauricio Carrasco y Ramón Fernández, y para el que luego entrarían Javier Favarel y Jero Morales (Guido Carrillo y Agustín Silva no ingresaron).
Ahora bien: para entender por qué se jugó ese partido hay que remitirse al nombre del -si se quiere- torneo amistoso. La Alex Sabella Cup tuvo una única edición y se quedó en Yorkshire, donde Pachorra dejó una huella imborrable en dos de los clubes del condado entre 1978 y 1981: Sheffield y Leeds United.
A Love Story (Una Historia de Amor)
La historia de Sabella en el Sheffield tiene una ligazón directa con el primer título FIFA de Argentina. Luego de que el seleccionado nacional se quedara con el Mundial 78, reclutadores del planeta entero entendieron que en el Cono Sur ameritaba ser escaneada para buscar nuevos cracks.
Fue así que, según rezan los historiadores del sitio Lástima a nadie, maestro, en julio del 78 desembarcaron en Ezeiza tanto Harry Haslam (deté del Sheffield) como Keith Burkinshaw (del Tottenham). ¿El plan? Llevarse lo mejorcito del equipo campeón, o bien, a alguna promesa del fútbol de esa patria austral.
Los londinenses, después de quedar estupefactos por las 300 mil libras que pedía Argentinos por Diego Maradona, se quedaron con Julio Ricardo Villa y Osvaldo Ardiles. Los Blades, sin embargo, hurgaron un poco más. Mario Sanabria, el #10 de Boca, fue la primera opción. Sin embargo, Antonio Rattín –por entonces, scouter de Sheffield en el país– recomendó a otro crack que estaba tapado en River.
Fue así que Alejandro Javier Sabella, de 24 años, suplente de Norberto Alonso, apareció como una buena alternativa. Que convenció rápido, por cierto: el acuerdo se cerró velozmente y el debut de Pachorra fue ante su ex club en un amistoso pactado al momento de la contratación.
Su fútbol cautivó, motivó cantos alegóricos a su estilo en una primera temporada que lo tuvo como gran figura para los fans más allá del descenso a la tercera categoría. Pachorra se quedó, pese a todo, a jugar en el ascenso inglés. Totalizó 82 partidos y marcó ocho goles antes de mudarse al Leeds United.
En diciembre del 81, Sabella ficharía por Estudiantes para iniciar su tránsito por La Plata. Una ciudad que no lo olvida, como tampoco aquel condado en el que hizo lucir su fútbol. Donde se ganó a la gente. Hasta motivó un partido homenaje. Una copa que no vale tanto como el amor por el Profesor. Denominador común entre el Pincha y los Blades.