Hace poco más de una semana, la estatua de Marcelo Gallardo con un bulto prominente en la entrepierna se inauguró a las afueras del Estadio Monumental de River Plate en homenaje al director técnico más ganador de la institución. Días después mandaron a lijar la estatua. A su vez y casi en un mundo paralelo, en Villa Cañás se inauguró la estatua de Mirtha Legrand por los 121 años de vida del lugar. Tampoco le gustó a La Chiqui. Parece que homenaje y homenajeado no van de la mano: hasta hoy.
Alberto Kempés fue homenajeado en Córdoba en las afueras del Estadio de Talleres que también lleva su nombre. La estatua tiene agujeros en la cara y en el cuerpo, conformando las típicas rayas blancas y celestes “color cielo” de la camiseta argentina. Además, la figura representa al típico festejo de “El Matador”, quien fue la máxima figura del Mundial 1978, en el que la Selección Argentina se coronó campeón.
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No obstante y mas allá de los datos sobre la estatua de gran tamaño, Alberto Kempes mostró un cambio de actitud ante la ola de homenajes y homenajeados: le gustó su estatua. Así lo dijo en la inauguración que se llevó a cabo el pasado 7 de junio a las afueras del Estadio: “me gusta que no tenga cara porque representa a todos los jugadores de Córdoba”. Además agradeció a las autoridades del club, de la provincia y al artista responsable Simón Ibañez. Esta vez hubo final feliz.
Los responsables del homenaje
Junto al homenajeado estuvieron presentes el gobernador de la provincia de Córdoba, Julián Schiaretti, autoridades provinciales y municipales y los ex jugadores Daniel Willington y Oscar Dertycia.
También se presentaron una gran cantidad de fanáticos y se firmó la carta de presentación que concibe a Córdoba como una de las sedes del Mundial 2030 en la que Argentina disputará por ser la sede oficial.
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