DE IZQUIERDA A ULTRADERECHA

Orsi extiende la mano, Milei guarda distancia: ¿Qué será de la relación entre Argentina y Uruguay?

Yamandú Orsi, nuevo presidente de Uruguay, propone diálogo con Javier Milei pese a las diferencias ideológicas. ¿Puede la cooperación superar la polarización en la región?

El presidente electo de Uruguay, Yamandú Orsi, manifestó su intención de construir una relación basada en el diálogo y el sentido común con su par argentino, Javier Milei. En un gesto que marca contraste con las tensiones ideológicas entre ambos, Orsi anunció que invitará a Milei a su asunción el próximo 1 de marzo, y expresó su interés en encontrarse personalmente con él antes de esa fecha.

“Desde el punto de vista ideológico, tendremos puntos de vista encontrados, pero no en los temas que nos convocan, ahí tenés que apelar al sentido común”, destacó Orsi en declaraciones públicas. Además, elogió decisiones claves de Milei, como el dragado de la Vía Navegable Troncal, un proyecto fundamental para el comercio de la región. “Cuando hablás de países y de relaciones entre países, no es mucho lo que hay que inventar en la región”, afirmó, enfatizando su intención de priorizar una agenda de intereses comunes.

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Diferencias ideológicas en un clima de polarización

El contraste entre ambos mandatarios no podría ser más marcado. Mientras Orsi representa el retorno de la izquierda uruguaya con un enfoque a priori conciliador, Milei, es reconocido como uno de los líderes, sino el líder, más importante de la ultraderecha en América Latina, y se caracteriza por su retórica agresiva y su rechazo a los sectores que identifica como “zurdos”. Esta diferencia de estilos quedó de manifiesto tras la victoria de Orsi en el balotaje, cuando Milei evitó emitir un saludo personal y se limitó a replicar un mensaje protocolar de la Cancillería argentina.

“El mensaje oficial de la Cancillería es suficiente”, parece haber sido la postura implícita de Milei, quien en contraste, dedicó un mensaje entusiasta en sus redes sociales al triunfo de Donald Trump en Estados Unidos pocos días antes. Este comportamiento refuerza la imagen de Milei como un líder disruptivo que prioriza alianzas ideológicas sobre las diplomáticas tradicionales.

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Relaciones pasadas y futuros desafíos

Orsi no evitó referirse a los conflictos históricos en la relación bilateral, como el enfrentamiento entre las administración de Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez por las plantas procesadores de celulosa que derivaron en cortes de puentes internacionales. “Las veces que hemos tenido buenas posiciones entre los presidentes, no siempre tuvimos buenas políticas”, recordó.

Por su parte, el mandatario electo también se mostró optimista sobre construir vínculos sólidos con otros líderes de la región, como el presidente paraguayo Santiago Peña y anticipó su participación en la próxima cumbre del Mercosur, donde tendrá su primer encuentro diplomático en un rol oficial.

Una apuesta por el diálogo en tiempos de confrontación

El enfoque de Orsi parece orientado a equilibrar las tensiones en un contexto de creciente polarización política en América Latina. Si bien reconoce las profundas diferencias ideológicas con Milei, su discurso está marcado por un llamado a la cooperación en temas fundamentales para ambos países. En palabras del propio Orsi: “Voy a ser el presidente que convoque al diálogo nacional”.

Resta ver si este esfuerzo por tender puentes será correspondido por el líder argentino, conocido por su aversión a establecer consensos con sectores opuestos. La asunción de Orsi, y los posibles encuentros previos con Milei, serán un indicio de hacia dónde podría dirigirse la relación entre estos dos líderes de extremos ideológicos opuestos.

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