Cada vez que Macri pisa su tierra natal, la gente le hace pasar un mal momento. El año pasado, durante uno de sus descansos recurrentes, el mandatario fue escrachado a las afueras de una Iglesia.
Allí, un grupo de vecinos disconformes con las políticas de Cambiemos le gritó e insultó. Esta mañana, volvió a pasar lo mismo.
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Al recorrer el busto en homenaje a su tío, Jorge Blanco Villegas -uno de los donantes del edificio donde hoy funciona el Hospital de Niños-, el presidente aceleró el paso cuando comenzó a escuchar algunos cantos relacionadas al Paro general que comenzó hoy.
De inmediato un grupo de guardaespaldas rodeó al primer mandatario y evitó que algunas personas, así como la prensa, se acercaran al presidente.
Junto a él se encontraba el intendente de Tandil, Miguel Lunghi (Cambiemos) quien debido a la incomodidad de ese momento, no pudo posar para una foto por la cantidad de personas que protegían al presidente.
Antes, Macri había concedido una entrevista para el canal local junto a la Gobernadora María Eugenia Vidal. “Los paros no contribuyen a nada, no suman”, fueron una de las frases que expresó en medio de un clima de mayor conflictividad social, acelerada por la crisis que vive el país.
“Acá se trabaja”, manda Macri por Telegram en un video entrando a Casa Rosada a la 13:15. pic.twitter.com/pF4PEwh9kZ
— Mariano Parada Lopez (@mparadalopez) 25 de junio de 2018
Horas más tardes arribó para Casa Rosada, en la cual envió un video con un mensaje en contra de Paro encabezado por la CGT: “Acá se trabaja”, dijo sonriendo.
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