En la última emisión del programa de noticias que conduce Eduardo Feinmann en la señal del diario La Nación, el columnista de Medicina, Claudio Zin, justificó los recortes presupuestarios en el PAMI, implementados por el gobierno de Javier Milei.
Según Zin, estos recortes, que disminuyen la cobertura total de medicamentos para jubilados, son justificables porque, en su opinión, muchos beneficiarios utilizan estos subsidios no solo para ellos mismos, sino también para su grupo familiar, lo que “constituye un abuso de los recursos destinados exclusivamente a los jubilados”.
El médico Claudio Zin, ex ministro de salud de la provincia de Buenos Aires, eyectado de su cargo por sospechas de cohecho, justificó la quita de subsidios a medicamentos por parte del PAMI
ZIN CULPÓ A LOS PROPIOS JUBILADOS
Zin argumentó que el ajuste es necesario para evitar lo que habitualmente se conoce como “avivadas” de algunos jubilados que aprovechan los subsidios para beneficiar a otros miembros de su familia.
“Había muchos medicamentos que se consumían demasiado y nunca hubo claridad con respecto a cómo puede ser que un jubilado consuma tanto cupo de medicamentos en un mes. Yo no digo que todos los jubilados hagan esto, pero está claro que si tenés 100 jubilados que consumen medicamentos para 150 alguna historia está pasando. Entonces, están corrigiendo cosas, bajando las coberturas, limitando los tiempos de cobertura, y el porcentaje de cobertura, para que el beneficiario sea solamente el jubilado, no la familia del jubilado que aprovechaba los descuentos para comprarse los medicamentos para ellos”, dijo Zin ayudado por Eduardo Feinmann.
LA CONTRADICCIÓN DEL EX MINISTRO DE SALUD
Sin embargo, esta postura resulta sumamente contradictoria si se considera el pasado de Claudio Zin como funcionario público, específicamente durante su gestión como ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires bajo el mandato de Daniel Scioli.
Zin se vio involucrado en el escándalo conocido como la “mafia de los medicamentos”, un entramado de corrupción que lo llevó a salir de su cargo en 2009.
La contradicción radica en que Zin, quien ahora defiende un recorte en la cobertura de medicamentos argumentando el mal uso de los recursos por parte de los jubilados, fue acusado en su momento de haber autorizado un pago de 700 mil pesos de ese entonces a una droguería involucrada en la venta de medicamentos adulterados, un hecho que salió a la luz durante su gestión como ministro.
Según fuentes judiciales citadas en un artículo de Clarín de 2009, Zin habría autorizado el pago a la droguería Congreso Salud, controlada por Néstor Lorenzo, uno de los principales detenidos en la causa de la “mafia de los medicamentos”.
Este pago fue realizado en 2008 y estaba relacionado con una deuda por medicamentos contra el cáncer y la hemofilia, la cual había sido retrasada desde 2007.
Funcionarios de nivel medio del Ministerio de Salud se habían negado a autorizarlo debido a que algunas de las partidas estaban cerca de su fecha de vencimiento. No obstante, Zin dio luz verde al pago, lo que despertó sospechas en torno a su gestión.
Además, se reveló que Lorenzo, quien manejaba el Centro Oncológico de La Plata, mantenía comunicaciones con el ex subsecretario de Control Sanitario de la provincia, Alberto Costa, en las que discutían cómo resolver la autorización de este pago.
Estas conversaciones fueron interceptadas por la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE) y utilizadas como prueba en la investigación judicial.
MEDICAMENTOS: LA CAUSA DE SU CAÍDA
La paradoja es evidente: Claudio Zin, quien fue señalado por la justicia por falta de control en la gestión de recursos destinados a la salud y por su vinculación con un entramado corrupto que comprometía la integridad de los medicamentos suministrados a la población, ahora justifica recortes en la cobertura de medicamentos para jubilados, argumentando que estos recursos estaban siendo mal utilizados.
Esta contradicción permite percibir la fragilidad de la justificación ofreció el hoy columnista cuando se trata de recortes que afectan a los sectores más vulnerables, y evidenció la incoherencia en el discurso de quien, desde sus posicion actual, defiende medidas que contradicen su propio historial en la función pública.