Hace casi 70 años, la provincia de Buenos Aires creó su propio organismo de ciencia y tecnología. Anterior al CONICET, la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) se planteó como objetivo desarrollar investigación científica y tecnológica aplicada “para los bonaerenses”.
La CIC sobrevivió a numerosos ajustes de parte de los gobiernos provinciales. Actualmente, bajo la conducción de Roberto Salvarezza, designado en la presidencia del organismo por Axel Kicillof, es uno de los pilares que sostienen a la ciencia argentina en un contexto crítico.
Salvarezza explicó la tarea de la CIC durante una extensa entrevista que concedió a Lado P, el ciclo político de INFOCIELO, en el que también analizó el estado de salud de la ciencia en el país a partir de las políticas del gobierno de Javier Milei.
La CIC: ciencia bonaerense
¿Se puede decir que la CIC es una especie de CONICET bonaerense?
Yo diría que tienen diferencias. Se parecen en el sentido de que tienen una carrera de investigación, tiene becarios, personal de apoyo, administrativos e institutos asociados, pero hay una diferencia muy grande. En primer lugar, la CIC tiene como misión crear conocimiento para solucionar los problemas de los bonaerenses. Eso le da una especificidad territorial, temática, que en el caso del CONICET es más difusa.
También tiene un sesgo, una visión muy fuerte de transferencia de conocimiento. Necesita hacer desarrollos que tengan aplicación concreta. No tanto un paper, un informe, sino soluciones. Ese es el perfil que ha tenido desde el año 56. Creo que hay ahí algunas diferencias muy marcadas, más allá de que por su estructura sean algo parecido.
Me pasó toda la vida de pasar por las instalaciones de la CIC, en la Antártida o en el Centenario, y preguntarme qué se hace ahí. Me gustaría entenderlo y traducirlo sin meter la pata.
La CIC tiene institutos, centros, donde se hace investigación en determinadas áreas. El CIOP es un centro de investigaciones ópticas, que está en el Campus de Gonnet. Trabaja con aplicaciones de láser, fibra óptica. El LEMIT, en el Bosque, trabaja sobre materiales: hace transferencia sobre pavimentos, asfaltos, materiales de construcción. Hay una actividad variada.
El IMBICE, que está en la Antártida, se trabaja sobre biología y temas vinculados a la salud. Está desarrollando, por ejemplo, un proyecto nacional que se llama POBLAR y que busca conocer el genoma argentino. Se trabaja en esos temas que luego tienen aplicaciones médicas.
Roberto Salvarezza, presidente de la CIC, mano a mano con INFOCIELO
¿Es todo ciencia dura?
En general buscamos que tenga aplicabilidad, por eso que comentaba.
No termino de agarrar el concepto de aplicabilidad…
Es la cercanía. Si estás trabajando con el tema óptica vienen empresas y te consultan.
Eso también es interesante, que enlace sector privado, municipios.
Hay mucha cercanía y se hacen muchos servicios que necesitan las empresas. El LAL trabaja sobre luminotecnia y acústica. Trabaja con los municipios. Hay mucha cercanía con el que aplica, no tanto el laboratorio hacia adentro, sino hacia la aplicación, que le da una impronta muy particular a este organismo bonaerense.