Casi en simultáneo, se publicaron dos informes de distintas entidades que, juntos, trazan un panorama preocupante para el sector agropecuario. Mientras el gobierno nacional anuncia medidas para asistir a productores perjudicados, comienzan a verse las consecuencias de la sequía sufrida en 2022. Según las proyecciones, habrá menos rindes, menos exportaciones y menos dólares.
Así lo estimaron tanto la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) como la Bolsa de Comercio de Rosario. La primera entidad pronosticó que las exportaciones de las cadenas agroindustriales rondarán los 47 mil millones de dólares, es decir un 28% menos que en 2022.
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De cumplirse esta proyección, Argentina rompería la tendencia alcista del año pasado cuando registró un récord de exportaciones agroindustriales. Con casi 60 mil millones de dólares, logró una suba de 8,5% respecto de 2021.
“Menos exportaciones implican menos ingreso de dólares y menor recaudación en concepto de retenciones. El 97% del total que se recauda en ese concepto lo aportan las cadenas agroindustriales. Los cereales y oleaginosas aportaron el 91%, seguido por las cadenas cárnicas con un 3,6%, las economías regionales 1,8%, lácteos 1% y el resto un 2,6%”, explica el informe.
Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario informó que las proyecciones para la soja siguen a la baja. “La producción cae un 7% de enero a febrero recortando de 37Mt (millones de toneladas) a 34,5 Mt y de esta manera será la segunda peor cosecha nacional de los últimos 15 años“, expresó la entidad en un documento.
El escenario es similar para el maíz. Según la entidad, la producción caerá alrededor de un 15% este año y, por la sequía, se dan por perdidas unas 7,5 millones de toneladas del cereal. De esta manera, con unos 42,5 millones de toneladas la de 2023 podría ser la peor cosecha argentina de los últimos 5 años.
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