A tres años y medio de la muerte de Diego Armando Maradona, este martes comenzó el juicio por “homicidio simple con dolo eventual” contra el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) número tres de San Isidro. En total son siete acusados los que se sentarán en el banquillo durante el proceso.
Las hijas de Diego, Dalma, Giannina y Jana Maradona, ingresaron a la sala de audiencias cerca de las 10, para presenciar la primera jornada del proceso judicial.
Por ser familiares, se ubicaron en un sector especial destinado a ellos: están frente a frente con los siete acusados por su responsabilidad en la muerte del Diez.
Dalma y Giannina se sentaron en primera fila junto a Verónica Ojeda y dos de las hermanas del astro del fútbol. Justo atrás se ubicó Jana, junto a otra de las hermanas de Diego.
UNA FOTO QUE DUELE
En lo que fue la primera jornada del juicio hubo dos momentos destacados. Uno de ellos lo protagonizó el fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari, quien le exhibió a los jueces una foto con la imagen del astro mundial de fútbol en una cama, muerto, boca arriba. “Así murió Maradona”, dijo lacónicamente. El silencio de la sala de audiencias fue estremecedor.
Ese momento conmocionante, inesperado para el público presente en el debate, hizo llorar a las tres hijas de Maradona, Jana, Dalma y Gianinna, sentadas en la primera fila del grupo de familiares de la víctima junto con Verónica Ojeda, madre de Diego Fernando, el menor de los hermanos.
En su exposición, el fiscal acusó a los médicos de haber abandonado al ídolo del fútbol en sus últimos días, asegurando que el equipo tratante no tomó medidas adecuadas para asistirlo. La imagen que mostró el funcionario del Ministerio Público Fiscal expone a Maradona en su cama al momento de su muerte, visiblemente hinchado y desmejorado, con signos de un deterioro físico. La escena causó conmoción en la sala, donde familiares del Diez y seguidores de su causa observaban con atención el avance del juicio.
Por su parte, al presentar los lineamientos de su acusación, el abogado Fernando Burlando, quien representa a Dalma y a Giannina Maradona, sostuvo:”Diego Maradona fue asesinado. Lo mataron de una forma silenciosa y cruel. Un plan inhumano de resultado eficaz”.
El letrado también afirmó: “Fue asesinado. Y para esa tarea, alguien que aún todavía se oculta en las sombras, convocó aún equipo de profesionales de la salud par matarlo de una manera silenciosa pero igualmente cruel”.
TODOS LOS IMPUTADOS
Leopoldo Luque
El galeno, de 43 años, era el médico personal de Maradona y fue quien solicitó la externación del exjugador tras la cirugía por el hematoma subdural. Según fuentes de la causa, hay audios que le habría mandado a la víctima durante los días previos al fallecimiento.
Los fiscales Cosme Iribarren, Laura Capra y Patricio Ferrari consideran que el neurocirujano omitió ofrecer información sobre la salud de Diego a Dalma, Gianinna y Jana, además de que habría falsificado una firma del exentrenador en un pedido de historia clínica tras la internación en la clínica de Olivos. En tanto, Luque está imputado de restarle importancia a los síntomas compatibles con una insuficiencia cardíaca, no seguir los controles ni convocar a especialistas.
Agustina Cosachov
Otra de las acusadas más complicadas. La psiquiatra está imputada por haber falsificado presuntamente un certificado médico de una visita que nunca realizó. La profesional indicaba a los enfermeros qué dosis y qué medicamentos debían proveerle al exjugador de Sevilla.
La Fiscalía sostiene que Cosachov, de 40 años, no reguló la ingesta de la medicación de forma personal y aseguró a los hijos de Maradona que lo que ocurría era consecuencia de “la espontánea decisión del paciente”.
Ricardo Almirón
El enfermero, que en los últimos días designó a Rodolfo Baqué y Martín Miguel de Vargas como sus dos nuevos defensores (ya era asesorado por Franco Chiarelli), se encuentra acusado de no cuidar a Maradona (al igual que Gisela Madrid).
Pedro Pablo Di Spagna
El médico de 52 años está sindicado de no controlar el estado de salud del astro argentino, al tiempo que, según la acusación, solo habría concurrido en dos ocasiones a la casa del country de Tigre.
La primera vez fue el 12 de noviembre cuando controló al ex entrenador de Gimnasia y Esgrima (LP) de forma personal y ordenó que se realice una serie de estudios, tales como laboratorio, placa de tórax, electrocardiograma, eco doppler. El facultativo recomendó que se integre al personal de salud un nutricionista porque ese día Maradona estaba constipado tras comer brócoli con camarones a la provenzal. La segunda oportunidad tuvo lugar el 18 de noviembre, siete días antes del deceso, donde afirmó que no pudo chequear a Diego porque “no se dejó”.
Los fiscales remarcan que Di Spagna nunca se aseguró de que los análisis indicados se hayan llevado a cabo y por ende no controló la situación.
Carlos Díaz
El psicólogo atendió al campeón del mundo en México 1986 por pedido del abogado Martín Morla.
De acuerdo a su declaración, “nunca pudo haber influido en la muerte” de Maradona: “Muchas cosas me llamaron la atención de las que vi. En primer lugar, que un paciente viva con empleados y no con su familia es algo que a mí me llama la atención. Es la primera vez que veo esto en la práctica clínica. Por otro lado, en la reunión en la Clínica Olivos, donde estuvieron todos, algunos de sus familiares luego no participaron en ningún otro momento del tratamiento”.
Nancy Edith Forlini
La mujer de 56 años era la coordinadora de la gerencia de cuidados domiciliarios en la prepaga Swiss Medical. Tras la última cirugía, la empresa de medicina prepaga le brindó servicios de cuidado a Maradona en el country de Tigre.
En un escrito, Forlini aseguró que Luque y Cosachov eran quienes tomaban las decisiones sobre los tratamientos.
Mariano Perroni
El jefe de los enfermeros Almirón y Madrid se encargaba de coordinar las tareas a los dos profesionales imputados. Para los fiscales, escribió planillas con información que no coincidía con “el real estado y atención médica que Diego Armando Maradona recibía”.
El ex jugador de Boca y la Selección argentina falleció a los 60 años el 25 de noviembre de 2020 en un country de Tigre como consecuencia de un “paro cardiorrespiratorio secundario a edema agudo de pulmón producido por insuficiencia ventricular izquierda aguda”.
La figura del homicidio con dolo eventual prevé una pena que va de los ocho a los 25 años de cárcel, según establece el Código Penal.