“A ver, cante“, le dice un policía a un joven a quien acaba de detener, tras las violentas jornadas que vienen arrastrando a Ecuador a vivir un caos.
Narcotráfico, “terrorismo”, asaltos a una universidad y a un canal de televisión, además de ataques callejeros con posteriores razzias y allanamientos por parte de fuerzas de seguridad, y militares lanzados a reprimir la violencia, deteniendo tanto a supuestos terroristas, como a ciudadanos que infringen la normativa de quedarse dentro de la casa después de las 23 hs.
El límite parece cruzarse a cada momento. Todos los jóvenes están bajo sospecha, pero si van en moto mucho más.
DESNUDOS EN LA MOTO
A un par de muchachos a los que detuvo la policía, y argumentaron que eran una pareja gay, los oficiales los obligaron a desnudarse y continuar en su motocicleta sin ropa, por lo que sus cuerpos debían necesariamente rozarse. De esa manera se aseguraban que no mintieran y que el estar desnudos los hiciera ir directamente a sus domicilios.
CORRIENDO A CASA
A otro joven lo detuvieron y como lo único que hacía era viiolar el toque de queda, lo acompañaron hasta donde dijo que era su casa pero lo obligaron a que vaya corriendo.
De todas estas exóticas y locas prácticas, la primera fue la más cuestionada en redes porque se ve el maltrato físico hacia el detenido al que para ridiculizalo lo grababan mientras cantaba alguna melodía, pero al hacerlo supuestamente mal según el oficial, le daba patadas en su pecho.
CONSPIRANOIA
Algunas versiones ya comienzan a circular a manera de teorías conspirativas ante estas manifestaciones policiales de métodos poco ortodoxos de amedrentar a presuntos delincuentes o contraventirores.
Una de ellas indica que los sucesos del martes en la señal de televisión TC, y otros hechos de convulsión social estuvieron “plantados” por el gobierno para tener el justificativo de comenzar una “caza de brujas” al estilo Bukele en El Salvador.
Otros indican que no habría sido armado totalmente, sino que sabiendo que podían producirse este tipo de eventos fuera de la ley, las autoridades dejaron que ocurrieran para el mismo fin, es decir aplicar un estado de excepción que le dé al nuevo gobierno una excusa propicia para decretar medidas inadmisibles en un normal estado democrático.