El mundo mira asombrado lo que pasa en Europa en esta suerte de rebelión de poderosos contra poderosos donde 12 equipos fundadores van en contra de UEFA y en búsqueda de mayores ingresos, mientras que del otro lado amenazan a los jugadores con dejarlos fuera de sus selecciones si participan de la polémica Superliga Europea sin embargo, esta historia, tuvo un preámbulo en Argentina encabezado por el entonces presidente de Boca, Daniel Angelici.
A fines de 2017 Boca quedó eliminado de la Copa Argentina ante Rosario Central y de ese modo se quedó sin posibilidades de disputar la Copa Libertadores y entonces unió fuerzas con el presidente de River, Rodolfo D´Onofrio, para que tanto AFA como Conmebol revean los métodos de clasificación las competencias internacionales durante el 2017.
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“Si no estamos en la Sudamericana, no me parece mal armar un torneo paralelo”, dijo por entonces, revalidando un viejo proyecto que tenía a Marcelo Tinelli como impulsor en 2015: la American’s Champions League. Un torneo fue ideado por dos empresas de distribución y comercialización (Infront y MP & Silva). En su primer bosquejo incluía la posibilidad de disputar una competencia con 64 equipos que iban desde Canadá, incluyendo toda la Concacaf, hasta Argentina jugando a eliminación directa durante todo un año.
¿Qué era la Liga Sudamericana de clubes de Angelici?
El fin primerio de la Liga de Angelici era el mismo de la Superliga Europea. Recibir cifras superiores en dinero, involucrar a las potencias de la región y generar, al menos, un espacio de renegociación ante la posibilidad de que todo quede en la nada. Al igual que el proyecto europeo Angelici planeaba una competencia que se base en lo determinado por clubes fundadores, en este caso Boca, River, Independiente, San Lorenzo y Racing más Peñarol, Nacional y Corinthians que por entonces firmaron una hoja de intención dirigida a la Conmebol para llevar adelante este proyecto.
Por esos días Angelici venía de juntarse con Josep Batomeu, entonces presidente de Barcelona a quien le había presentado la propuesta tras esa reunión, la pata política de Macri dentro del fútbol sudamericano, consiguió las participaciones en su reunión de Boca, Huracán, Estudiantes, Banfield, Tigre, Colón, Lanús, Argentinos, Talleres, Huracán y Racing más, The Strongest de Bolivia, Universidad de Chile, Universidad Católica y Colo Colo de Chile, Deportivo Cali, Once Caldas, Junior, Millonarios, D.I.M y Atlético Nacional de Colombia, Emelec y Barcelona de Ecuador, Olimpia y Cerro Porteño de Paraguay, Sporting Cristal, Universitario y Melgar de Perú, River, Nacional y Peñarol de Uruhuay y Zamora y Caracas de Venezuela.
“Me pone muy contento el respaldo que recibí en Buenos Aires; tanto de los más de 10 clubes argentinos que asistieron a la reunión, como de los otros 40 que viajaron desde tierras muy lejanas como Venezuela, Colombia o Ecuador. Esta iniciativa quiere imitar la ECA (Asociación de Clubes de Europa) que no está enfrentada con la UEFA sino que, hoy con sus casi 350 clubes afiliados, y trabajan en forma conjunta. No somos enemigos de la Conmebol y queremos ayudar a construir un mejor fútbol sudamericano”, decía Angelici por entonces.