Tanto el delantero como el enganche y el volante de marca, fueron la calve con sus altos rendimientos para que el equipo pueda volver a la victoria en un momento muy importante con el debut de Lucas Bernardi.
Juan Otero estuvo intratable, sobre todo en el primer tiempo, donde además de abrir el marcador participó de los otros dos tantos del equipo. Fue una pesadilla para la defensa de Temperley a la cual siempre se le escapó.
Por su parte, Gastón Fernández no sólo tuvo el 10 en la espalda, sino que también jugó a la altura: Hizo la pausa, ordenó los ataques y siempre se mostró como una opción de pase. La categoría que empleó en el gol, lo pinta de cuerpo entero.
Por último, Rodrigo Braña es el que está siempre. Mientras el equipo se floreaba era él quien iba a presionar a todos lados y se encargó de custodiar la zona media para evitar que alguna distracción cueste caro y ponga en peligro el resultado.