Ganó. ¡Y cómo ganó! En el Allianz Arena de Munich, el Paris Saint Germain se quedó con su primera UEFA Champions League al vencer 5-0 al Inter, la mayor diferencia alcanzada en una definición de la Orejona.
En un primer tiempo arrasador, el PSG demostró su ambición contenida. Esa que durante décadas había quedado en la nada y que, por fin, tuvo su recompensa en 2025. Ya sin las estrellas de antaño -emigraron nada menos que Neymar, Kylian Mbappé y Lionel Messi- pero con un equipo amalgamado por un entrenador deluxe como Luis Enrique.
Basándose en un estilo ofensivo, ambicioso aunque solidario, el gigonés modificó la horma de un PSG que a los 20 minutos ya ganaba por dos de diferencia gracias a las conquistas del marroquí Hakimi -ofreció disculpas por su pasado en Inter- y Désire Doué. Este último marcaría el tercero ya en el arranque del complemento para ir transformándose en la gran figura.
Aunque el Inter demostró en el arranque del segundo tiempo que tenía ganas de descontar para meterse en partido, cuando el PSG se acomodó en el trámite, fluyó. Y así terminó de redondear un triunfazo que se cerró con los gritos de Kvaratskhelia y Mayulu.
Con la tristeza penetrando las almas de los italianos -tanto en la tribuna como en el campo de juego, donde Lautaro Martínez sufrió por no poder alzar la Orejona– los franceses vivieron una sensación opuesta. La del éxtasis por lograr, después de tantas inversiones fallidas, un título que lo posiciona como favorito en el Mundial de Clubes.
Una Champions que era objetivo y gran sueño. Que quedó en manos de los galos. Una Copa que se llenó de goles.