El partido entre Claypole y Berazategui, reconocido clásico zonal de la Primera C del fútbol argentino debió ser supendido a 10 minutos del final del primer tiempo cuando la barra del local cruzó de tribuna a tribuna para atacar a la delegación de dirigentes que acompañaba a los naranjas en el Estadio Rodolfo Capocasa.
La violencia en el estadio del Tambero se hizo presente cuando se promediaban 30 minutos de la primera etapa de un juego que aún no tenía goles, que fue suspendido y que no tiene fecha de reanudación. Según informan las fuentes allegadas al ascenso los problemas comenzaron cuando desde el sector atribuido a los dirigentes visitante se encendió una bengala de color naranja, algo que no fue bien tomado por la parcialidad local.
En ese momento la barra local comenzó a saltar paredes y avanzó por el lateral del estadio para encarar a los allegados que apenas pudieron ser defendidos tanto por los efectivos de seguridad como por los propios jugadores que tomaron partido ante tamaña amenaza. El duelo fue suspendido por el juez Adrián Núñez Rodríguez y por ahora, hay compás de espera en lo que respecta a las fecha de continuidad y potenciales sanciones para el local y también para los dirigentes que podrían ser inculpados por la provocación, algo que ya había ocurrido con equipos de primera en épocas de pandemia y que terminó con la postura de prohibir el ingreso dirigencial.