Durante la casi hora y media que durรณ la charla del conductor de “Perros de la Calle“, Andy Kusnetzoff en ‘Urbana Play’, con su ex jefe (y ex dirigente de Boca), Mario Pergolini, por los 20 aรฑos de ese ciclo, hubo un tema en especรญfico que prolongรณ el debate que existiรณ al aire entre ambos conductores, y es si la radio como medio de comunicaciรณn, ya transita los tiempos de su propia muerte, sin que aรบn muchos se percaten de ello.
Ese fue el argumento de Pergolini, quien desde hace tiempo sostiene que debido a que las nuevas generaciones no tienen ni el hรกbito, ni el gusto por escuchar radio, el formato como tal ha fallecido para menores de 40 aรฑos, y va camino a desaparecer por completo con el paso del tiempo, de no adaptarse a nuevas vรญas tecnolรณgicas de comunicaciรณn que ya no podrรญan ser llamadas estrictamente “radio”.
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Esta postura, que no compartiรณ Andy Kusnetzoff, pero a la cual no supo contradecir con datos, estadรญsticas, ni investigaciones ‘ad hoc’, sino sรณlo con su corazonada o creencia (que oculta mรกs que nada su deseo de supervivencia), es ya un caballito de batalla para Mario Pergolini, y muchos usuarios de redes creen que se trata de una postura egocรฉntrica de su parte, como si ‘porque ya no es el nรบmero 1‘ jugando a ese juego, รฉl haya decidido que el juguete se rompiรณ, para que nadie mรกs haga uso de รฉl.
Por lo tanto, la discusiรณn abriรณ una confrontaciรณn que prosigue aรบn en medios y en redes, acerca de quiรฉn tiene razรณn sobre la supervivencia de la radio como tal; sobre su condena a transformarse en otra cosa; o sobre su muerte para siempre.
La realidad marca verdades en ambas posturas.
ยฟMUERTE O BUENA SALUD?
Es incontrastable que las generaciones jรณvenes dejaron de escuchar radio hace tiempo, especialmente en รกreas urbanas, no tanto en zonas mรกs alejadas del interior, en las que aรบn cumple una funciรณn social imprescindible.
Pero tambiรฉn es cierto que la culpa de este fenรณmeno que alejรณ a los jรณvenes de la radio no es totalmente achacable a la tecnologรญa.
Los programadores de las emisoras no han incorporado nuevas generaciones a sus contenidos durante dรฉcadas, y el paso del tiempo hizo que los histรณricos conductores y columnistas de radio hayan crecido, y se nieguen a asumir el paso del tiempo, que los convirtiรณ en especies de “Peter Pan“, negadores de que ya no representan a las personas que en su imaginaciรณn creen hacerlo: los jรณvenes.
Con sรณlo algunas excepciones que tratan de llegar a audiencias sub 25, las emisoras de radio se concentran en un pรบblico que creciรณ con ellos, y que en algunos casos, los acompaรฑan en ese deseo de eterna juventud creyendo estar siempre actualizados en materia musical y de temรกticas progresistas. Pero cuando lo contrastan con sus hijos, sobrinos o representantes de la generaciรณn “centennial” ven como a ellos ni les parecen graciosos, ni ‘cools‘, ni modernos, y por eso apelan a otras alternativas mรกs recientes como vivos de YouTube, Twitch, Podcast, o plataformas que pueden rozar en algo el concepto de comunicaciรณn de la radio, pero que desde ningรบn punto de vista constituyen lo mismo que significaba ese medio hasta hace 20 aรฑos.
NADA SE PIERDE, TODO SE TRANSFORMA
Los estertores de semejante afirmaciรณn de Pergolini acerca de la ‘ muerte de la radio‘, difรญcilmente se apaguen en los prรณximos dรญas, y probablemente esa arriesgada sentencia marque el debate durante el 2022 en los prรณximos programas que estรกn por comenzar su temporada.
La radio sobreviviรณ al cine mudo, sonoro y a color; a la TV; al cable; a Internet; y ahora estรก cambiando su piel para resistir lo mรกs estoicamente posible a las nuevas tecnologรญas.
Como siempre, dependerรก de las personas que la llevan adelante si se convoca a un entierro para cuando fenezcan sus veteranos oyentes, o si “la muerta seguirรก de rumba… y cantando al sol”.
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