Elon Musk acusa al presidente Donald Trump de implicado en el caso Epstein, una trama judicial de abuso a menores en el que estarían involucradas varias personalidades públicas. El ya fallecido Jeffrey Epstein, financiero estadounidense condenado por delitos sexuales y tráfico de menores, se sitúa en el centro de la misma.
“Es hora de soltar la bomba: Trump está en la lista Epstein. Esta es la verdadera razón por la que no se ha hecho pública. ¡Que pasen un buen día!”, publicó este jueves el magnate tecnológico dueño de la red social X tras una serie de intercambios por escrito con el que fuera su antiguo jefe durante su breve paso por la nueva Administración republicana.
Hasta hace poco, eran inseparables. El sueño húmedo del poder económico y político: un presidente millonario y un empresario que se creía Dios. Pero todo eso explotó de la peor manera, y la ruptura entre Donald Trump y Elon Musk no solo sacude los cimientos de la política norteamericana, sino que golpea con fuerza en Argentina, donde el presidente Javier Milei todavía idolatra a ambos.
El detonante inicial fue una ley de política interna impulsada por Trump, que Musk destrozó públicamente. “Estoy muy decepcionado de Elon“, bramó el presidente. “Lo ayudé mucho“, agregó como quien sufre un divorcio con bienes compartidos. Musk, lejos de achicarse, le devolvió una trompada mediática que hizo temblar los cimientos del Partido Republicano:
“¡Falso! Este proyecto de ley nunca me fue mostrado ni una sola vez y fue aprobado en plena madrugada tan rápido que casi nadie en el Congreso pudo leerlo.”
EL ESCÁNDALO DE PEDOFILIA
Pero cuando la pelea ya parecía un escándalo político de alto voltaje, llegó la bomba nuclear: Trump volvió a quedar vinculado a la red de abuso y trata de Jeffrey Epstein.
Documentos recientemente desclasificados reactivaron la causa iniciada por Virginia Giuffre hace más de una década contra Ghislaine Maxwell, examante y socia de Epstein. En esos archivos aparecen nombres de altísimo perfil: el príncipe Andrés de Inglaterra, Bill Clinton, Michael Jackson, David Copperfield… y sí, Donald Trump
Un desvío de avión, un llamado a Trump y un casino
Una de las denunciantes, Johanna Sjoberg, contó que durante un vuelo privado con Epstein, el piloto anunció un desvío de Nueva York a Atlantic City. “Genial, llamaremos a Trump e iremos al casino”, habría dicho el actual presidente de Estados Unidos, como si se tratara de una escapada con amigos.
Por si faltaba algo, Maxwell confirmó haber visitado Mar-a-Lago, el club privado de Trump en Palm Beach, un punto clave donde, según múltiples testimonios, se habrían producido episodios de captación de menores.¿Y Milei en todo esto?
Lo único claro es que la luna de miel terminó, y con un olor nauseabundo. El conflicto Trump–Musk ya no es una diferencia de opinión: es una guerra total, marcada por traiciones, desmentidas públicas y fantasmas del pasado que regresan para quedarse.
¿Y EN ARGENTINA?
Mientras Estados Unidos arde en este culebrón político-empresarial, en Argentina no tardaron en aparecer los paralelismos.
Muchos analistas ya comparan esta pelea con el tipo de relaciones tóxicas que mantiene Javier Milei con sus aliados empresarios. El presidente argentino, admirador declarado de Musk y Trump por igual, podría encontrarse en un dilema emocional si el divorcio entre sus dos referentes se convierte en guerra total.
¿Se alineará con Elon, el tecnófilo anarcocapitalista que siempre tuvo gestos de simpatía con el libertario argentino? ¿O seguirá fiel al mandatario republicano, quien supo bendecirlo con su estilo confrontativo y anti-establishment?
La pregunta ya circula en los pasillos de Casa Rosada, donde algunos funcionarios temen que Milei termine inmerso en un conflicto importado.
UN ADELANTO DE LO QUE VENDRÁ
Lo cierto es que esta ruptura entre titanes promete escalar. Y si en el país del norte se pelean los dueños del poder y el dinero con este nivel de furia, no sería raro que en Argentina veamos una versión local del drama.
Y así, lo que parecía un “bromance” de Silicon Valley y Mar-a-Lago, termina en un capítulo de guerra fría multimillonaria, con consecuencias que pueden sacudir hasta el último rincón del planeta… incluido el despacho presidencial de Balcarce 50.