Dos semanas atrás, en el marco de las habituales reuniones que Alberto Fernández mantiene con el grupo especialistas que lo asesora en la administración de la pandemia, el presidente recibió un pedido puntual de los infectólogos: “El nuevo anuncio tiene que ser claro y acorde a la delicada situación actual”.
En concreto, el pedido a Alberto Fernández fue que le “pusiera el cuerpo” al mensaje, dado que el comité está preocupado por el nivel de “relajamiento” que hay en la sociedad. La última vez que el presidente le habló al país y asumió el rol protagónico de los anuncios vinculados a la pandemia fue el 28 de agosto. “No se va a grabar un spot como la otra vez”, anticiparon desde Casa Rosada, en alusión al último anuncio del pasado 11 de octubre.
TE PUEDE INTERESAR
Todavía resta definir si el mensaje será grabado o en vivo; y, en caso de ser un anuncio desde Balcarce, si se habilitará la presencia de periodistas y la posibilidad de reestablecer el modelo de conferencia de prensa. Se espera que sea en horas del mediodía, aunque podría demorarse; tal y como sucedió cada vez que se comunicó una prórroga del aislamiento social obligatorio.
La preocupación central ya no radica en el AMBA, sino en los brotes que se dispararon en provincias como Santa Fe, Córdoba y Neuquén. Con los números sobre la mesa –ayer se registró el pico más alto de contagios desde el inicio de la pandemia con 16.447 nuevos positivos-, el presidente convocó a una reunión virtual con los gobernadores para analizar la situación individual de cada distrito.
“Hay un poco de enojo con algunos gobernadores”, reconocen desde Balcarce. Alberto elevará los reclamos “puertas adentro” en la reunión, pero se esperan también ciertas críticas en el mensaje del viernes. “Hubo aperturas que no estuvieron bien. No se va a señalar de forma individual a ningún gobernador, pero se va a explicar el porqué de estos números”.
Kicillof, en aislamiento, definió las aperturas con los intendentes
Axel Kicillof mantuvo dos reuniones claves: una videoconferencia con los expertos del comité sanitario y otra con los intendentes; además de participar del acto del PJ bonaerense. Cabe recordar que el gobernador bonaerense permanece en aislamiento preventivo, después de que se confirmara un caso de covid positivo en su equipo.
“Durante el encuentro se planteó el avance hacia una etapa de aislamiento social, pero se les pidió a los intendentes controles y el cumplimiento de los protocolos sanitarios”, reconocen. En efecto, el malestar en La Plata por las aperturas unilaterales que se llevaron adelante en algunos municipios como San Isidro sigue intacto.
Las aperturas quedarán a criterio de cada intendencia, pero sujetas a la aprobación provincial. “Se reiteró el planteo de que si los números no acompañan, se da marcha atrás de inmediato”. Un dato no menor es que, si bien se celebró la estabilización de casos en territorio bonaerense, los infectólogos ya anticipan la aparición de los posibles “rebrotes”.
En líneas generales, la Provincia busca avanzar en aperturas fuertes vinculadas a la educación. El protocolo fue presentado hace dos semanas y se podría autorizar el regreso de los alumnos de los últimos años en los municipios que se encuentran en las fases 4 y 5. Una noticia no menor, teniendo en cuenta que podría implementarse en 90 de los 135 municipios.
Se estudian también aperturas vinculadas a la construcción y la posible implementación del “take away” en el Conurbano, medida que busca darle algo de respiro al sector gastronómico; uno de los más golpeados desde el inicio de la pandemia.
Larreta “va por todo”, pese a la advertencia de los infectólogos
En territorio porteño, las aperturas presentadas a la jefatura de Gabinete son mucho más progresivas. En concreto, Horacio Rodríguez Larreta ya proyecta, pese a la advertencia de los infectólogos, en la posibilidad de reabrir en las próximas semanas gimnasios, cines, teatros y canchitas de fútbol. Son, de acuerdo a los expertos, los lugares más peligrosos y en los que mayor riesgo de contagio hay.
De cara a la nueva extensión, la Ciudad proyecta una reapertura de shoppings con limitación de ingreso. “Se viene el Día de la Madre y es una fecha importante para los comerciantes”, justifican desde el Gobierno porteño. También intentarán ganar la batalla del “personal doméstico”, que en la última reunión con Santiago Cafiero quedó descartada.
“La propuesta es que el personal doméstico sólo pueda trabajar en una casa, para así conformar una nueva ‘burbuja’ social; sin riesgo de contagio”. El planteo del Gobierno nacional, en línea con los duros cuestionamientos por el poco control que se aplicó con la reapertura de bares, es la capacidad de la Ciudad de poder hacer cumplir el protocolo.
Entre los pedidos también se encuentra la reapertura de albergues transitorios, aunque es una de las propuestas que desde la Ciudad consideran menos “viables”. En tanto, se mantendrá el reclamo por el regreso a clases de los 6.500 chicos que, de acuerdo a las autoridades porteñas, presentaron problemas de conectividad.
TE PUEDE INTERESAR