A poco más de 9 meses de la muerte de un adolescente de 17 años en la ruta 2 a la altura de la localidad de Castelli, los familiares de la víctima sospechan de que el accidente fatal fue ocasionado por policías en una persecución y que la justicia no investiga esa hipótesis, lo que genera dudas: ¿connivencia o negligencia?.
Se trata del caso de Uriel Mansilla, un menor de 17 años que perdió la vida el 31 de marzo pasado cuando en un confuso accidente el Fiat Uno negro en el que iba junto a unos amigos de madrugada volcó y sufrió heridas letales.
El vuelco se produjo en el kilómetro 188 cuando el auto con los jóvenes y adolescentes se dirigía desde Castelli a Dolores y al parecer por el presunto robo de un cono de una estación de servicio se inició una persecución policial con vehículos con las luces apagadas y sin sirena, lo que generó temor en el conductor del Fiat Uno.
La madre de Uriel, María Lourdes Illas Ayala, habló con INFOCIELO y contó novedades de la causa judicial.
“Dos testigos de identidad reservada que ven en el accidente, dijeron que Uriel pedía ayuda y nadie lo asistió”, sostuvo la mujer.
María Lourdes agregó que “los mismos testigos de identidad reservada cuentan que ven dos vehículos uno identificado como policial y otro blanco, las dos camionetas, la última posiblemente de la Guardia Urbana de Castelli, los cuales iban en persecución al Fiat Uno, sin voz de alto, sirenas o luces de identificación”.
“Dejaron morir a nuestro hijo, literalmente ya que nadie lo quiso asistir para salvarle la vida”, señaló la mujer.
La madre de Uriel explicó que hay inconsistencias en la investigación y que hay sospechas firmes de que al Fiat Uno lo persiguieron policías que provocaron el despiste y vuelco fatal.
La mujer recordó que Uriel, quien vivía en Dolores, había ido a tomar unos mates en la casa de un amigo y que en la vivienda se encontraba el hermano mayor, el que lo convenció para ir a un boliche en Castelli.
Uriel y sus amigos fueron al boliche La Zona de Castelli y solo permanecieron unos minutos, para emprender poco después el regreso.
Al parecer uno de los chicos sustrajo un cono de una estación de servicio y por esa razón unos policías persiguieron al Fiat Uno negro por la ruta 2 hasta la altura del kilómetro 188, donde se produjo el despiste y trágico vuelco.
María Lourdes sostiene que a pesar de que el Fiat Uno tiene un abollón en la parte trasera, con sospechas de que el rodado donde iban policías lo embistió y produjo el incidente vial, la justicia no avanza en esa línea.
La causa fue caratulada como homicidio culposo y lesiones culposas, debido a que los cuatro amigos de Uriel resultaron con heridas.
La mamá del adolescente fallecido detectó varias irregularidades, entre ellas la que indica que su hijo permaneció entre 5 y 7 horas de sobrevida sin asistencia.
“Un testigo de identidad reservada contó que Uriel pedía ayuda y nadie lo asistió”, insistió la mujer. Además, hay fotos que demostrarían que el cuerpo del adolescente fue movido antes de la llegada de los peritos.
La sospecha de la familia de Uriel es que policías provocaron el accidente fatal y que la justicia, por negligencia o connivencia, los cubre.
“Para colmo la fiscalía que interviene no aceptó la intervención de peritos de parte”, agregó María Lourdes.
El accidente, sostienen los investigadores, ocurrió a las 3.05 de la madrugada, y al principio los policías indicaron que Uriel no tenía ningún celular, aunque el aparato lo entregaron cuatro días después.
El caso recuerda a lo ocurrido en San Miguel del Monte el 20 de mayo de 2019 cuando policías persiguieron a un Fiat 147 en el que iban cuatro adolescentes de entre 13 y 14 años y un joven de 22.
La persecución culminó con cuatro muertos y policías detenidos y posteriormente condenados por homicidios.